Por Maribel de Paz*
Remake inaudito o Dante for dummies, Marco Martos está pronto a publicar Dante y Virgilio iban oscuros en la profunda coche (U. San Martín, 2008), poemario inspirado en La Divina Comedia. Presidente de la Academia Peruana de la Lengua, Martos prefiere no especificar quiénes habitarían el Infierno peruano, aunque señala que no faltarían felipillos para codearse con Judas, Casio y Bruto. Cuidado con el hacinamiento.
Te has convertido en el Virgilio que nos guía por La Comedia.
La Comedia es una obra inaccesible para un joven, y necesita de un Virgilio precisamente. Pensé que podía hacer algo como el Catecismo respecto a la Biblia. En pocas palabras, me he nutrido de La Comedia para hacer poemas paralelos, y esto se enmarca dentro de una cuestión de entender de otra manera la poesía.
¿Cómo hay que entenderla?
En mi caso, como poesía diacrónica, que roce con la historia y no se detenga solo en los sentimientos del poeta. Hay muchos poetas, especialmente en el Perú, que pasan a la narrativa. Dicen "ya agoté lo que tenía que decir en poesía".
¿Se agota la poesía?
Es que la vida sentimental es más rica las primeras décadas.
Se agota la vida, tal vez.
Hay personas que dicen que no tienen más que decir… Carmen Ollé, Doris Moromisato, Manuel Scorza. Bueno, también hay razones de mercado, o que la narrativa se aprende más lento. A mí me gustaría estar en la línea de Enrique Lihn, quien entró en narrativa, pero cultivó la poesía todo el tiempo.
En El mar de las tinieblas también apelas a otros escritores para la creación de tus poemas.
Un poeta con dominio técnico puede intentar otras cosas que hablar de sí mismo.
¿Metapoesía?
Sí, poesía de poesía. Es un atrevimiento, pero es como considerar que hay un borrador…
¿La Comedia es el borrador?
Aunque parezca petulante… el limpio es esto, porque pone al alcance de lectores de ahora el mensaje de Dante.
Una vez dijiste "he mejorado mi técnica, estoy en capacidad de escribir sobre cualquier tema".
Una cosa que asombra en el Perú es el saber en qué punto está cada persona. No digo el aplauso, pero hay un momento en que uno tiene que reconocer que es capaz de más.
¿Entonces diferentes temas necesitan diferentes técnicas?
Y diferentes edades. Mira, casos de genialidad en poesía son pocos, por ejemplo Rimbaud. Y en el Perú Melgar, Querol y Vallejo, quien solo con Los heraldos negros ya sería un gran poeta. Y tenía 28 años cuando lo escribió.
¿Es justo y necesario actualizar La Comedia de esta manera?
Fíjate, en el Perú somos literariamente occidentales, pero al mismo tiempo un país andino. Tenemos la actitud de un andinista que sube una pequeña montaña y ya la conoce: Vargas Llosa, Arguedas, Carlos Germán Belli, pero solo cuando maduras puedes elevarte por encima del panorama de este momento, ver las montañas del pasado, los clásicos, y obtener un gusto más polifónico.
Esta entrega también es una reivindicación de la rima. ¿No le quita libertad a la escritura?
Pero es que a una persona como yo ya no le interesa eso. Usas tu libertad, simplemente, y parte de eso es usar la rima.
Has resuelto el tema del ajedrez, la religión y Dante. ¿Qué otros temas pendientes tienes?
Dos que escribo en simultáneo. Uno es sobre Piura. Siento una deuda literaria con Piura, que me la he inventado, por supuesto. Y otro que va con la línea clásica, un libro titulado Griegos y Romanos.
O sea, vas del Purgatorio a Grecia pasando por Piura.
Piura es una persistencia. Soy un escritor de allí que tuvo la suerte de tener un alcance más que regional. Por ejemplo, nadie lee a Francisco Vega Seminario, estupendo novelista.
Volviendo a La Comedia, ¿qué condenados te son más entrañables?
El que merece más mi simpatía es Odiseo. Dante y Virgilio le preguntan cómo murió, y les responde que aunque sus marineros estaban viejos emprenden nuevas aventuras por ese deseo de conocer que no termina en el hombre, hasta que se estrellan con la montaña del Purgatorio, y en ese estrellarse está la vinculación del mundo antiguo grecolatino con el cristiano. ¿Y por qué está condenado? Porque es mentiroso, e infiel a Penélope. Y después, Gerión, un animal enorme con alas sobre el cual Virgilio y Dante vuelan. El poeta ruso Malstrom dice que Dante es el precursor de la aviación.
Hablas aquí de un "paso leve"… y recuerdo el título de tu antología Leve reino.
Bueno, leve es todo, las palabras, los momentos que se van, pero que tienen un peso específico con el tiempo. Procuro tomar todo con levedad. Es lo fugaz, pero también no estar atosigado por la tiranía del tiempo… El ideal siempre tiene que estar más alto de lo que uno ha conseguido, tienes que proponerte otra cosa. En el momento que no te lo propongas ya estás muerto.
¿Vamos a oscuras por la profunda noche?
Siento que sí. Tenemos tan poco de qué asirnos que de eso poco que es valioso hay que hacerlo. La poesía y, bueno, la amistad.
En mi caso, como poesía diacrónica, que roce con la historia y no se detenga solo en los sentimientos del poeta. Hay muchos poetas, especialmente en el Perú, que pasan a la narrativa. Dicen "ya agoté lo que tenía que decir en poesía".
¿Se agota la poesía?
Es que la vida sentimental es más rica las primeras décadas.
Se agota la vida, tal vez.
Hay personas que dicen que no tienen más que decir… Carmen Ollé, Doris Moromisato, Manuel Scorza. Bueno, también hay razones de mercado, o que la narrativa se aprende más lento. A mí me gustaría estar en la línea de Enrique Lihn, quien entró en narrativa, pero cultivó la poesía todo el tiempo.
En El mar de las tinieblas también apelas a otros escritores para la creación de tus poemas.
Un poeta con dominio técnico puede intentar otras cosas que hablar de sí mismo.
¿Metapoesía?
Sí, poesía de poesía. Es un atrevimiento, pero es como considerar que hay un borrador…
¿La Comedia es el borrador?
Aunque parezca petulante… el limpio es esto, porque pone al alcance de lectores de ahora el mensaje de Dante.
Una vez dijiste "he mejorado mi técnica, estoy en capacidad de escribir sobre cualquier tema".
Una cosa que asombra en el Perú es el saber en qué punto está cada persona. No digo el aplauso, pero hay un momento en que uno tiene que reconocer que es capaz de más.
¿Entonces diferentes temas necesitan diferentes técnicas?
Y diferentes edades. Mira, casos de genialidad en poesía son pocos, por ejemplo Rimbaud. Y en el Perú Melgar, Querol y Vallejo, quien solo con Los heraldos negros ya sería un gran poeta. Y tenía 28 años cuando lo escribió.
¿Es justo y necesario actualizar La Comedia de esta manera?
Fíjate, en el Perú somos literariamente occidentales, pero al mismo tiempo un país andino. Tenemos la actitud de un andinista que sube una pequeña montaña y ya la conoce: Vargas Llosa, Arguedas, Carlos Germán Belli, pero solo cuando maduras puedes elevarte por encima del panorama de este momento, ver las montañas del pasado, los clásicos, y obtener un gusto más polifónico.
Esta entrega también es una reivindicación de la rima. ¿No le quita libertad a la escritura?
Pero es que a una persona como yo ya no le interesa eso. Usas tu libertad, simplemente, y parte de eso es usar la rima.
Has resuelto el tema del ajedrez, la religión y Dante. ¿Qué otros temas pendientes tienes?
Dos que escribo en simultáneo. Uno es sobre Piura. Siento una deuda literaria con Piura, que me la he inventado, por supuesto. Y otro que va con la línea clásica, un libro titulado Griegos y Romanos.
O sea, vas del Purgatorio a Grecia pasando por Piura.
Piura es una persistencia. Soy un escritor de allí que tuvo la suerte de tener un alcance más que regional. Por ejemplo, nadie lee a Francisco Vega Seminario, estupendo novelista.
Volviendo a La Comedia, ¿qué condenados te son más entrañables?
El que merece más mi simpatía es Odiseo. Dante y Virgilio le preguntan cómo murió, y les responde que aunque sus marineros estaban viejos emprenden nuevas aventuras por ese deseo de conocer que no termina en el hombre, hasta que se estrellan con la montaña del Purgatorio, y en ese estrellarse está la vinculación del mundo antiguo grecolatino con el cristiano. ¿Y por qué está condenado? Porque es mentiroso, e infiel a Penélope. Y después, Gerión, un animal enorme con alas sobre el cual Virgilio y Dante vuelan. El poeta ruso Malstrom dice que Dante es el precursor de la aviación.
Hablas aquí de un "paso leve"… y recuerdo el título de tu antología Leve reino.
Bueno, leve es todo, las palabras, los momentos que se van, pero que tienen un peso específico con el tiempo. Procuro tomar todo con levedad. Es lo fugaz, pero también no estar atosigado por la tiranía del tiempo… El ideal siempre tiene que estar más alto de lo que uno ha conseguido, tienes que proponerte otra cosa. En el momento que no te lo propongas ya estás muerto.
¿Vamos a oscuras por la profunda noche?
Siento que sí. Tenemos tan poco de qué asirnos que de eso poco que es valioso hay que hacerlo. La poesía y, bueno, la amistad.
* Publicado en Caretas 2022.
En la foto: Dante en cuadro encargado a Bruno Portuguez luego de que José Watanabe le dijera que colgar afiches era huachafo. Sinceridad ante todo. [Leyenda de Caretas]
En la foto: Dante en cuadro encargado a Bruno Portuguez luego de que José Watanabe le dijera que colgar afiches era huachafo. Sinceridad ante todo. [Leyenda de Caretas]
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