23 junio, 2010

Los 99 de Sabato

"Hay días que está de buen ánimo y lo acompañamos, hay días que está mustio y lo respetamos", dice Mario Sabato, hijo del escritor argentino que hoy cumple 99 años. Aunque la edad le ha pasado la factura, su hijo, y autor de un documental sobre la vida del escritor, refiere que hay momentos en que Sabato conversa brevemente. El escritor no estará prestente en el homenaje que le dará la provincia de Buenos Aires con la concesión de la medalla José Hierro (Sabato lleva recluido en su casa desde hace cuatro años). Su hijo Mario, de 65 años, en su nombre, aceptará el honor en el nombre de su padre. Ernesto Sabato, a las puertas del centenario:

Ernesto Sabato, el último superviviente de los escritores con mayúscula de la literatura argentina, cumplirá mañana 99 años retirado en su residencia de Santos Lugares, en las afueras de Buenos Aires.
Nacido en la localidad bonaerense de Rojas el 24 de junio de 1911, abandonó su carrera científica en los años 40 para volcarse en la literatura con la publicación de la recopilación de ensayos Uno y el Universo.
El reconocimiento internacional le llegó en 1961 con Sobre héroes y tumbas y la consagración en 1974 con Abaddón el exterminador, que completan la trilogía iniciada con El túnel (1948), adaptada al cine en 2006.
Galardonado con el
Premio Cervantes en 1984, llegó a ser propuesto como candidato al Nobel de Literatura de 2007.
También en 1984 rebasó las fronteras de la literatura para presidir la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas que redactó el informe Nunca más sobre los horrores de la última dictadura argentina (1976-1983) y que desató fuertes críticas de organismos humanitarios contra la llamada teoría de los "dos demonios" planteada por el escritor en su prólogo.
Su última obra publicada fue España en los diarios de mi vejez, fruto de sus viajes al país en 2002, mientras Argentina se sumergía en la más feroz crisis económica de su historia.
Ahora, el escritor "no está bien, ya está muy viejito, está más ido que quedado, por suerte ya no recibe tantas malas noticias", explica Mario Sabato en declaraciones a Efe.
Ernesto Sabato no sale de casa, está al cuidado de enfermeras y apenas habla, aunque, según Mario, ocasionalmente rompe su silencio para mantener algún breve diálogo con la familia.
"Cuando tiene momentos en que aterriza y se percata de su situación se entristece muchísimo y siempre le cambiamos el tema. Lo acompañamos cuando está de buen ánimo, y cuando no, lo respetamos, si quiere alejarse que se aleje", resume su hijo, que admite que el aislamiento ha agravado el "temperamento catastrófico" del escritor.
"Siempre tuvo un temperamento muy exagerado, quizá por la influencia de nuestro origen calabrés. Era muy difícil hasta los últimos años que se tomara algo a la ligera. Después, con los nietos, pasó a divertirse un poco más con él mismo, pero durante mucho tiempo fue tremendista", recuerda Mario.
Desde que se retiró, Sabato no siente añoranza por la literatura ni por su otra pasión, la pintura, y no ha caído en la tentación de dictar unas palabras, una actitud que su hijo celebra.
"Se torturaba escribiendo y aún aunque pudiera hacerlo hoy no lo dejaríamos", dijo.
"Para él nunca fue un placer escribir, siempre fue un proceso creativo y la consecuencia de no poder soportar más el hecho de no escribir. Es mejor que no se moleste más, ya dio todo lo que tenía que dar", añade Mario Sábato, autor de un documental que refleja la cara más desconocida de su padre.
"En la película, el Ernesto Sabato que aparece es una persona, no un personaje, un padre, un abuelo, que además es escritor y famoso, con sus tristezas, sus alegrías, con los nietos que lo rodean y no le permiten hablar", relata Mario, que estrenó su trabajo en Buenos Aires el pasado marzo.
Reconoce que el documental le obligó a "transitar por el camino de la dificultad", pero asegura que pese a los intentos de su padre por mostrar en público su "lado más oscuro", para sus allegados fue siempre "transparente" y "absolutamente previsible".
Mario reunirá a los vecinos de Santos Lugares el domingo para proyectar este retrato íntimo del que Ernesto Sábato sólo ha visto los primeros 20 minutos, porque su hijo no ha querido cargarlo con emociones y nostalgias.
Mañana, la familia Sabato se reunirá al completo en la residencia del escritor para acompañarle en su 99 aniversario, pero Mario ni siquiera se arriesga a pronosticar si la visita se prolongará porque dependerá de su estado de ánimo.

Subastan primeras ediciones de Faulkner

Una amplia colección de libros y objetos del escritor estadounidense William Faulkner, entre los cuales se encuentran algunas ediciones de los títulos más representativos del autor, se vendió hoy en Nueva York por 833.246 dólares, informó la casa de subastas Christie's. La colección, que no fue vendida de forma conjunta, recoge 90 elementos, entre libros, fotos y documentos que proporcionan una visión exhaustiva de la carrera del autor que fue galardonado con el premio Nobel de Literatura en 1949. Dice la nota:


Faulkner (1897-1962), uno de los más importantes representantes de la literatura estadounidense, nació en el estado de Mississippi, lo que marcó fuertemente su obra dedicada en buena parte a explorar el carácter de los sureños.

La estrella de la colección fue una primera edición de la novela "Absalón, Absalón!" (1936) firmada por el propio escritor, que alcanzó el precio más alto de la subasta al ser adjudicada por 86.500 dólares.

La casa de subastas precisó que las copias firmadas de esta novela son escasas y sólo dos de ellas han salido a subasta en los últimos treinta años.

Otra de las protagonistas de la subasta fue "Luz de agosto", una obra que explora las vidas de tres personajes que se mueven en un ambiente cargado de racismo y fanatismo religioso en el sur de Estados Unidos y de la cual se puso a la venta una primera edición de 1932 dedicada al escritor y periodista Malcolm Cowley.

Una de las novelas más celebres del autor, "El ruido y la furia", estuvo también presente con una primera edición que fue adjudicada por un precio de 43.750 dólares.

Ese libro, la cuarta novela de la carrera de Faulkner, salió al mercado por primera vez en 1929 y es reconocida por la utilización del recurso del monólogo interior, una técnica propia de autores de principios del siglo XX como James Joyce y Virgina Woolf.

20 junio, 2010

Adiós Saramago

El escritor portugués y Premio Nobel de Literatura José Saramago murió el viernes en su casa de Lanzarote, como consecuencia de una larga enfermedad. Estaba acompañado por su familia. El cuerpo del escritor fue trasladado desde la isla de Lanzarote, donde vivía, hasta Lisboa en un avión de las Fuerzas Armadas portuguesas. Viajaron con él su esposa, su hija y autoridades lusas. Fidel y Raúl Castro mandaron una corona. El féretro de Saramago llego a la municipalidad de Lisboa ayer a las 15.30. La gente rodeo el edificio para esperarlo:


"Até sempre camarada" , hasta siempre. Un mensaje, uno apenas entre los miles que dejan los lectores en las páginas Web de los diarios. El viernes, a los 87 años, murió José Saramago. Murió en Lanzarote, la isla que lo cobijaba como una casa desde 1993. Antes de subir al avión de las Fuerzas Armadas portuguesas que llevaría los restos del Premio Nobel de Literatura a Lisboa, la viuda del escritor, Pilar del Río dijo: "La de hoy fue, lamentablemente, la despedida definitiva de José Saramago de la isla de Lanzarote". Dijo, también, "el último viaje con José ha sido especialmente tranquilo, como él".
En el avión, enviado por el gobierno de Portugal viajaron familiares y autoridades lusas, como la ministra de Cultura, Gabriela Canavilhas, la hija de un matrimonio anterior, Violante Saramago, y otros familiares y amigos muy cercanos. Con el tratamiento que se reserva a un dignatario del Estado, el féretro de Saramago, cubierto por una bandera portuguesa, fue trasladado a hombros por un grupo de soldados, ante una guardia militar de honor, desde el avión que lo trajo de Lanzarote hasta el vehículo fúnebre que lo trasladó al Ayuntamiento de Lisboa, donde se instaló la capilla ardiente.
Antes de la partida desde Lanzarote, Saramago había sido velado en una ceremonia más íntima, en la biblioteca de la sede de su fundación en la isla. En medio de los libros, tantos, propios y ajenos.
El traslado de los restos desde el avión al coche fúnebre se hizo en medio de un silencio que parecía hablar, ante la mirada triste de los familiares y amigos del escritor y sin ceremonias especiales. El cortejo fúnebre que acompañó los restos del Nobel pasó lentamente ante la sede de la Fundación José Saramago, cerca del aeropuerto de Portela. Ahí lo esperaban el alcalde de la capital, Antonio Costa, y numerosas personalidades y autoridades gubernamentales, a las que se sumó la ministra española de Cultura, Angeles González-Sinde. Saramago, portugués, vivía en la isla española de Lanzarote: en 1992, el gobierno de su país retiró su candidatura de un premio europeo. En Portugal hubo, además, una fuerte reacción católica por una de sus novelas, El evangelio según Jesucristo .
Y la gente formó enormes filas para despedir "a quien fue un gran portugués, no sólo como escritor, y deja una marca muy profunda en el alma portuguesa", como dijo el primer ministro de ese país, el socialista José Sócrates. Muchos de quienes se acercaron al Ayuntamiento llevaban entre sus manos claveles rojos , un símbolo de la revolución que Saramago acompañó y que puso fin a la dictadura de Salazar, en 1974. Entre las coronas de flores que rodeaban el féretro, había dos con los nombres de los dirigentes cubanos Fidel y Raúl Castro . El escritor mantuvo con Cuba una relación de amistad, aunque con momentos ríspidos.

El féretro con los restos de Saramago ingresó a la sede municipal ayer a las 15.30, en medio de los aplausos de la gente que rodeaba el edificio. De la fachada colgaban dos enormes carteles con la fotografía del escritor y, apenas, dos palabras: "Gracias, Saramago" .
Fueron muchos los que evocaron el compromiso político de Saramago, entre ellos, los escritores colombianos Laura Restrepo y Alvaro Mutis, el chileno Luis Sepúlveda y el gran escritor mexicano Carlos Fuentes, quien lo definió como "un hombre con mucha rabia . Y qué bueno porque se enojaba con los hijos de puta".
Toda Lisboa estaba conmovida, pero especialmente los miembros del Partido Comunista Portugués. El secretario general, Jerónimo de Souza, encabezó la delegación oficial del partido en el aeropuerto para recibir el féretro. Aunque estaba algo distanciado de la línea oficial del partido, Saramago nunca dejó de definirse como "un comunista hormonal". Por el Ayuntamiento, también pasaron ministros de Angola y Guinea Bissau, que integran la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa, y la candidata presidencial de Brasil por el Partido de los Trabajadores, Dilma Rouseff. Hoy llegará a Lisboa la vicepresidente primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, para asistir a los actos en homenaje al escritor.
El cuerpo de José Saramago será llevado hoy al cementerio del Alto de San Juan, donde será incinerado. Y, tal como deseó, sus cenizas se repartirán entre Portugal y la isla de Lanzarote.
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