31 diciembre, 2009

Los E-books en la década que viene y en la que se va

Despido la primera década del siglo XXI con un artículo que no me ayuda mucho a liberarme de mis recientes tormentos acerca de: ¿Qué hacer con nuestra biblioteca a la hora de tener que viajar por un tiempo indeterminado?
Los que puedan cargar con todos sus libros lo harán sin chistar. Sin embargo, esta posibilidad es muy remota. Un libro en vez de unos zapatos no siempre es una buena idea. La solución menos dolorosa sería dejarselos a alguien -en calidad de préstamo indefinido-, pero corremos el riesgo de que aquella persona no los cuide tanto como lo hacíamos nosotros. Y así, cuando se dé nuestro esperado reencuentro, al tomar uno de los ejemplares, nos sorprenderemos al ver cómo las polillas u otro insecto ha hecho un festín de cada hoja. En suma, la separación espaciada de nuestros libros será dolorosa desde donde la miremos. La selección para llevarnos algunos será acaso sangrienta. Lo mismo ocurrirá al regalar los restantes. Nunca -eso sí- venderlos. La luz al final del túnel sobre esta -cada vez más frecuente- problemática la han dado los "e-books". Sin embargo, los expertos predicen un futuro efímero a los "e-books" en su forma actual. Por ahora permiten cargar con libros sin sobrepeso y no extrañar -tanto- nuestras páginas desgastadas. Con la biblioteca a cuestas:
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La primera imagen social de un e-book se produce en el metro de Nueva York. Una mujer sostiene entre sus manos una pantalla. Gracias a una de esas miradas de soslayo, el curioso certifica que en esa superficie no aparecen los habituales monigotes de los videojuegos. No. "Es cómodo", explica. "Este simple objeto me permite cargar con libros y documentos". Esa visión, que luego se repetirá en sucesivos días, hace que el reader se convierta en un objeto de interés. Cuando alguien ha tenido que hacer una mudanza y ha dejado allá su biblioteca, esa pieza electrónica, que abulta incluso menos que cualquier ejemplar de bolsillo, aparece como la solución contra la nostalgia de algunas lecturas o de datos para la elaboración de un artículo. Es una manera de mudarse con la biblioteca a cuestas, sin cargar nada y sin tasas por el sobrepeso. De forma reiterada, los medios neoyorquinos van ofreciendo informaciones sobre el mercado que se ha creado a partir de este objeto, en el que también se pueden leer las ediciones de los principales diarios de Estados Unidos. Se habla de la guerra de precios entre compañías, liderada por Amazon, que dejan el coste on line de los principales superventas - Sarah Palin o Dan Brown-en la mitad de lo que se paga en una librería. O más. Así que la decisión de hacerse con uno toma cuerpo. Entonces llega el momento de decidirse. El bombardeo publicitario de Barnes and Noble sobre la aparición de su "moderno" Nook hace que el interesado se encamine a uno de estos establecimientos. Además, la compra es real y no virtual como sucede con otros. En el interior de B& N han montado espacios para la comercialización de la novedad. Cuando el curioso pregunta cuándo puede tener uno, el empleado le responde "ahora mismo". De acuerdo, para qué esperar más. "Perdone - añade el dependiente-,me refería a bajar uno de los ejemplares al aparato, pero usted ya ha de tener el Nook. Si aún no lo ha comprado, le pongo en la lista de espera. Hasta mediados de enero no hay disponibles". La conversación, mantenida hace un par de semanas, denota la "fiebre" que en determinados sectores despierta esta pizarra electrónica. El interesado, ahora indeciso, llama a un amigo, otro periodista, un experto en la materia, para que le aconseje. "No te lo compres, espera, para febrero se anuncia el iTablet de Apple". - ¿Cómo? - Los e-books no son más que lectores de documentos. El iTablet será un pequeño ordenador que te permitirá bajar libros, pero también enviar y recibir emails. ¿Para qué quieres un iPod si tienes un iPhone? El colega, ante la zozobra causada, cambia su discurso. "Si tanto te gusta leer... No se puede estar siempre esperando la novedad". Y aconseja el Sony. "Es el mejor, aunque necesitas un orde nador para bajar los libros". En Kindle o en el Nook, no. El precio del Sony se mueve en la misma franja. Una vez en marcha, el funcionamiento no resulta complejo, aunque el manual de instrucciones no destaca por su minuciosidad y detalles. Una vez que el libro se ha bajado del portátil y se ha transferido al reader,un proceso de segundos, la operatividad resulta convincente. La primera experiencia - la lectura de un volumen para hacer una entrevista-aporta elementos de comodidad. En el papel, hay que volver atrás para ver los pasajes subrayados, dar con la página o tomar notas. Este aparato facilita de manera grata esta tarea. Se gana tiempo y calidad. Subrayar y copiar párrafos se hace al instante y es fácil de consultar. Sin embargo, no resulta nada difícil imaginar el efímero destino de estos aparatos, su incipiente obsolescencia en la novedad. Como había dicho el colega periodista, se hace más que evidente que, en breve, habrá portátiles que aportarán la biblioteca, como un elemento más de su núcleo. Los e-book se convertirán en piezas del museo de las prisas tecnológicas y la impaciencia de los compradores. Pero, como en tantas ocasiones, esta es otra historia.

27 noviembre, 2009

La música en En busca del tiempo perdido

En un extraordinario trabajo, el semiólogo musical francés Jean-Jacques Nattiez analiza el papel imprescindible que desempeña la música en una obra como En busca del tiempo perdido. El lenguaje de la sinfonía:

Antes de entrar en la fascinante investigación proustiana del semiólogo musical Jean-Jacques Nattiez, no estaría de más repasar ciertos puntos de la relación música y literatura y establecer algunos modos en cómo la primera se ha representado en la novela moderna. Vienen rápido a la mente tres modelos bien diferenciados, lo que por supuesto no quiere decir que no haya otros. El Dr. Faustus de Thomas Mann es tal vez el mayor ejemplo de la representación de la música en la novela de ideas; por momentos es teoría musical en estado puro, al punto que para su redacción Mann solicitó la ayuda del filósofo y compositor T. W. Adorno. Para decirlo en dos palabras, en el Dr. Faustus se trata de mostrar cómo la historia de la música y la historia de Alemania se inscriben en una sonata de Beethoven o en una invención técnica de Schoenberg. En las antípodas de ese modelo crítico objetivista se define la dimensión musical del Ulises de Joyce, que se representa de varias maneras de una punta a otra de la novela pero que se consuma en el audaz salto del capítulo 11, organizado como una obertura en la que primero se enumeran los motivos (palabras sueltas, pequeñas frases) que se desarrollarán a lo largo del capítulo sin una lógica narrativa aparente. Podía decirse que si la música se presenta en la novela de Mann como un objeto de reflexión crítica, en el Ulises lo hace miméticamente, aunque podría dudarse de si el casi onomatopéyico capítulo 11 constituye el elemento mimético más significativo del Ulises; por el contrario, se podría postular que lo decisivamente mimético del Ulises no radica en una seudo música sino en la renuncia a toda generalización, a toda mediación conceptual explícita. La elaboración musical de En busca del tiempo perdido se ubicaría en la tercera punta del triángulo. En Proust la música siempre llega desde la perspectiva del oyente. Su reino es la metáfora, aunque podría hablarse de una metáfora en diferentes escalas; desde las primeras apariciones de la frase de Vinteuil, ante las que la narración persigue figuras esquivas –fracasando hermosamente, por decirlo así–, hasta la metáfora radical que se descorre, por ejemplo, cuando la narración, ya bien avanzada la Recherche (en La prisionera), asocia el recuerdo de esa frase musical con la memorable descripción de un paseo en coche por los alrededores de Balbec (que tuvo lugar en el segundo volumen), cuando unos árboles alineados se le aparecen al Narrador como si le estuviesen formulando una acuciante pregunta. En la asociación proustiana, la expresión de la música se asemeja a la de la naturaleza, y nada más hermosamente persuasivo podría haberse dicho a propósito del carácter enigmático de ambas expresiones. (...)

Kafka, un nuevo manuscrito


La culpa la tuvo Brod. Si hubiera quemado todo los textos no tendríamos esta noticia. Sin embargo, la literatura hubiera perdido a un Gigante. El descubrimiento fue revelado recientemente por el diario alemán "Die Zeit", que sugiere que la caja fuerte podría contener la carta que Kafka escribió en 1919 a su autoritario padre para reprocharle el estricto y distante trato que le dio, junto con dibujos y diarios personales. Hallan un nuevo manuscrito de Kafka:

La odisea de ambiciones y traiciones que ha revelado la disputa por el legado de Franz Kafka (1883-1924) ha dado un nuevo giro con el hallazgo de una caja fuerte en Zúrich, que puede cambiar la suerte de los demandantes israelíes en el caso."Pensamos que en Zúrich están los documentos más importantes y por eso fueron sacados de Israel de forma clandestina, vulnerando la ley", afirmó a Efe el abogado de la Biblioteca Nacional de Israel, Meir Heller, que lucha en un "kafkiano" proceso judicial por el legado de uno de los escritores más importantes del siglo XX.Pese a no ser un texto literario, la misiva está considerada una de las cumbres de la escritura de Kafka y su venta en una subasta alcanzaría, con toda seguridad, cifras de muchos dígitos.No es ése el destino que el autor de "El proceso" o "La metamorfosis" y su gran amigo, el agente literario Max Brod, querrían para sus manuscritos, pero sus últimas voluntades no se han cumplido hasta ahora.La historia ha sido bien distinta desde que Kafka murió en 1924, sin pena ni gloria y tras publicar apenas unos cuantos textos menores.En su testamento, Kafka pedía a Brod que quemase todos sus manuscritos, algo que éste desobedeció para beneficio de la literatura universal.En 1939, Brod -judío, como Kafka- abandonó Praga de forma apresurada, huyendo de las tropas de Hitler, para establecerse en Tel Aviv, con una maleta repleta de novelas, borradores, dibujos y cartas originales de su amigo y tres años después contrató a Esther Hoffe para gestionar esos documentos.Brod murió en 1968 tras donar a la Universidad de Oxford los manuscritos de "América" y "El castillo", destacadas obras de Kafka.En su testamento dejó la gestión del resto de preciados papeles a Hoffe, pero con una clara condición: que fuesen entregados a "la Biblioteca Nacional de Jerusalén, la Biblioteca Municipal de Tel Aviv u otro archivo público en Israel o el extranjero"."Brod nunca vendió una sola obra de Kafka porque era un anticapitalista convencido y admiraba a su amigo de una forma imposible de describir. Antes incluso de que Kafka muriera, Brod buscaba en las papeleras para rescatar los textos que éste tiraba", explicó a Efe Nurit Pegui, investigadora de la Universidad de Haifa enfrascada en una tesis doctoral sobre Brod.Hoffe, en cambio, se hizo millonaria con la venta del original de "El proceso" (hoy en el Archivo de Literatura Alemana de Marbach), vulneró un contrato con las autoridades israelíes para fotocopiar el legado y cobró una jugosa suma a una editorial suiza a cambio de unos diarios de Brod que nunca entregó."Sí, Kafka se revolvería en la tumba si supiera cómo han acabado sus manuscritos, Brod, con lo anticapitalista que era, lo haría aún más", apunta Heller entre risas.Hoffe murió hace dos años y dividió el legado entre sus dos hijas, las hoy ancianas Ruth y Eva, únicos conocedoras (junto con unos albaceas) del tesoro literario que esconden cinco cajas fuertes en Tel Aviv y la recientemente descubierta en Zúrich.El Tribunal de Distrito de Tel Aviv acoge un juicio por la propiedad de los manuscritos, en el que la Biblioteca Nacional de Israel defiende su derecho a los originales desde un punto de vista legal -"no aparecemos primeros en las preferencias del testamento por causalidad", argumenta su abogado- y otro ético: llevar al Estado judío los papeles de un sionista convencido como Brod.El descubrimiento de la caja fuerte de Zúrich, propiedad de Eva Hoffe, es una arma de doble filo para la biblioteca israelí en un litigio legal que ha dejado sesiones a puerta cerrada repletas de gritos y amenazas.De momento, se esperan para diciembre y enero nuevas vistas en este zigzagueante proceso repleto de sorpresas en el que se decidirá el destino del legado del literato que plasmó como nadie las angustias del hombre moderno.

Juan Ramón Jiménez online

El archivo de Jiménez en Puerto Rico es un tesoro sin fondo. Contiene entre 150.000 y 200.000 manuscritos entre los que ya se hallaron numerosos inéditos y, dicen los investigadores, queda mucho más por encontrar. Digitalizan el archivo del poeta Juan Ramón Jiménez en Puerto Rico:

El archivo del poeta Juan Ramón Jiménez en la Universidad de Puerto Rico, donde vivió el exilio y murió, se empezará a digitalizar el próximo mes de enero, gracias a un convenido firmado por la familia del Premio Nobel con algunas instituciones españolas.La familia del Nobel ha firmado ese acuerdo para la digitalización de sus archivos con la Diputación de Huelva, la Junta de Andalucía (sur de España) y la Residencia de Estudiantes de Madrid.La sobrina nieta de Juan Ramón Jiménez, Carmen Hernández Pinzón, portavoz de los herederos del poeta, todavía no se termina de creer que "por fin" vaya a ser digitalizado el archivo del Nobel en Puerto Rico. "Estoy muy emocionada porque es uno de los objetivos por el que hemos luchando desde hace 20 años"."Estoy satisfecha y emocionada, todavía no me lo creo, porque hemos ido luchado contracorriente tanto y nos ha faltado tanto apoyo que ahora me pacer increíble", subraya Hernández Pinzón, quien hoy participó en la firma del convenido para llevar acabo esta digitalización."En el archivo hay miles de papeles -dice Hernández Pinzón- entre cartas y manuscritos, porque Juan Ramón se carteó con más de 1500 personas de primera fila, con Unamuno, con los machado, Gregorio Marañón, con la generación del 27, con Guillén, Lorca o Cernuda"."También con los de fuera -añade-, Borges, Paul Valerý, Ezra Pound... en fin, con toda al intelectualidad de la época, y aquí está todo ese testimonio", recalcó la heredera del poeta, quien ha recogido el testigo de su padre, Francisco, para trabajar sin pausa para restaurar la figura del autor de "Diario de un poeta recién casado".Según, la representante de la familia del poeta, era de suma urgencia digitalizar el archivo, primero por el clima tropical de Puerto Rico y su grado de humedad."Juan Ramón tenía la costumbre de escribir con lápiz y eso para el paso del tiempo es terrible, y, por ejemplo, Zenobía (su esposa) escribía en lo que se llamaba papel de avión, algo finísimo que deshace y luego se raja. Además, así se podrá ordenar y ponerlo a disposición de todos los investigadores que lo deseen", recalcó.Cuando se digitalice este archivo una copia quedará en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde se conserva todo el archivo de la generación del 27, y ligada a Juan Ramón desde sus orígenes, y otra irá para Andalucía, pero la representante del poeta todavía no sabe exactamente el lugar: "será desde el que mejor acceso tenga para los investigadores", dijo.Ahora solo queda digitalizar el archivo de Madrid, aunque éste está ya microfilmado, pero tendría que digitalizarse, en opinión de Hernández Pinzón. Toda la obra de Juan Ramón está repartida entre estos dos archivos. La parte del exilio en Puerto Rico y todo lo demás en Madrid.De momento, la familia está en conversaciones con el Ministerio de Cultura de España para poder trabajar en este proyecto.



22 noviembre, 2009

30ª FERIA DEL LIBRO RICARDO PALMA en el Vértice del Museo de la Nación


HOMENAJE A JULIO RAMÓN RIBEYRO

La Feria del Libro Ricardo Palma del Perú rendirá homenaje a Julio Ramón Ribeyro, al celebrarse los 80 años del nacimiento del autor de La palabra del mudo.
Para tal efecto, se ha bautizado a cada sección de la Feria con un nombre relativo a la obra de Ribeyro.El auditorio principal tendrá el nombre del homenajeado, mientras que las salas serán Los geniecillos dominicales y El próximo mes me nivelo, mientras que la explanada será Al pie del alcantilado. Como parte del homenaje al cuentista se llevarán a cabo la presentación de libros dedicados a él y exposiciones de imágenes suyas. Otra noticia de interés para el público es que varias de las jornadas de la feria Ricardo Palma tendrán un final musical. Se llevarán a cabo varios conciertos a partir de la medianoche, lo que servirá de excusa para que los stands permanezcan abiertos hasta más tarde de lo habitual.
La nueva edición de la feria del libro Ricardo Palma que se realizará en el Vértice del Museo de la Nación, del 27 de noviembre al 10 de diciembre, tendrá más de una centena de actividades culturales. Entre estas se cuentan presentaciones y firmas de libros, mesas redondas, conferencias, conversatorios, talleres, exposiciones, espectáculos infantiles y un ciclo de conciertos con artistas nacionales.
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Más información: http://www.cpl.org.pe/

Ionesco 100 años

Este mes se celebran cien años del nacimiento de Eugène Ionesco, un dramaturgo que ha escapado a las categorías. A cien años de su nacimiento, Eugène Ionesco (Slatina, Rumania, 1909-París, 1994) brilla en la historia de la escena mundial como uno de los representantes más destacados del teatro de posguerra, junto a Samuel Beckett y Arthur Adamov. Un hombre más allá del absurdo:


Heredero del estallido formal e ideológico que introdujeron las vanguardias históricas (futurismo, dadaísmo, surrealismo) en las convenciones teatrales de la primera mitad del siglo XX, Ionesco sobresale por su desenmascaramiento del lenguaje como soporte de la realidad, por su capacidad de fundación de nuevos caminos poéticos y por la potencia de su comicidad.
En las décadas del cincuenta y sesenta Ionesco sorprende con una serie de estrenos fundamentales cuya fama se irradia desde los escenarios de Francia: su trayectoria se abre con La cantante calva (1950) y continúa con La lección (1951), Las sillas (1952), Víctimas del deber (1953), Amadeo o cómo sacárnoslo de encima (1954), Jacobo o la sumisión (1955), El impromptu de l'Alma (1956), El nuevo inquilino (1957), Asesinos sin paga (1959), Rinoceronte (1960), El rey se muere (1962), El peatón del aire (1963), La sed y el hambre (1966). Todas estas piezas se publican tempranamente en la Argentina y marcan la escena nacional con puestas en escena locales e influencias en la dramaturgia de Eduardo Pavlovsky, Alberto Adellach y María Cristina Terrier, entre otros. Menos conocida es su producción posterior, de Macbett (así con doble "t", 1972) a Viajes al otro mundo (1980). Tampoco se ha difundido como merece su obra ensayística y testimonial, en la que sobresalen los libros Notas y contranotas (1962), Un hombre en cuestión (compilación de artículos, 1979) y La búsqueda intermitente (memorias-diario, 1987).
Para componer sus dramas, Ionesco bombardea sistemáticamente las estructuras del teatro anterior, el mismo que ataca Antonin Artaud en El teatro y su doble (1938). El secreto del primer teatro de Ionesco radica en su violenta desintegración de las estructuras del drama moderno ibseniano (a la manera de Casa de muñecas y Un enemigo del pueblo), de fuerte productividad en el teatro internacional desde las últimas décadas del siglo XIX. Ionesco opone al drama de tesis y observación social y psicológica un teatro-jeroglífico que quiebra radicalmente el acceso racionalista. Uno de los primeros grandes analistas del teatro de Ionesco fue el crítico británico Martin Esslin, quien en 1961 propuso una categoría que llegaría para quedarse (aunque hoy es muy cuestionada): el "teatro del absurdo", es decir, según Esslin, un teatro que da cuenta de la pérdida de sentido de la existencia, de la historia y la misión del hombre en el universo, así como de la disolución de las bases metafísicas de la realidad.
Pero el mismo Ionesco solía reírse de esa expresión: "¿Yo absurdo? ¡Qué absurdo!" y prefería el término "antiteatro". El prefijo "anti" expresa el gesto de violencia y destrucción de las estructuras del teatro anterior, considerado por Ionesco expresión ideológico-poética del racionalismo positivista y el pragmatismo de la burguesía occidental, así como una pérdida del vínculo más auténtico con la condición más irracional del conocimiento poético. En Notas y contranotas Ionesco escribe: "Se ha dicho que yo era un escritor del absurdo; hay palabras como ésas que van de boca en boca, una palabra de moda que ya no lo será. En todo caso, es en sí misma lo suficientemente vaga como para no querer decir nada y como para definirlo todo fácilmente". A Beckett tampoco le gustaba esta categoría crítica, que sin embargo alcanzó tan amplia difusión. En sus conversaciones con Charles Juliet, Beckett señaló: "Los valores morales no son accesibles. Y no se los puede definir. Para definirlos, haría falta pronunciar un juicio de valor, algo que no se puede. Es por eso que nunca estuve de acuerdo con esta noción de teatro del absurdo, porque encierra en ella un juicio de valor".
Ya en 1967, en su ensayo "Algunos conceptos sobre el teatro de vanguardia", Eduardo Pavlovsky –profundo admirador de Ionesco–también expresa su desconfianza frente al concepto de teatro del absurdo: "Entiendo como extraña la denominación de teatro del absurdo porque ha sido en general mal interpretada, aun para aquellos que aceptaban la línea de ruptura de este tipo de teatro". Pavlovsky propone desplazarla por el término "realismo exasperado", categoría que toma de Lorda Alaiz. De la misma manera, el chileno Egon Wolf (autor de Flores de papel), prefiere reemplazar "absurdo" por la expresión "realismo vertical".

En un estudio revisionista sobre la poética teatral de Ionesco, el canadiense Wladimir Krysinski también objeta la pertinencia de la etiqueta absurdista para referirse al teatro del rumano: "La oleada de lo absurdo en el teatro y en la literatura desatada por los existencialistas ha contribuido al hecho de que el teatro de Ionesco, con los de Beckett, Genet, Adamov, Jean Tardieu, Dino Buzzati, Boris Vian, Fernando Arrabal, Max Frisch, Robert Pinger, Harold Pinter y Edward Albee ha sido calificado como teatro del absurdo. Visto desde nuestra perspectiva (...) me parece imposible mantener la etiqueta de lo absurdo como su calificativo principal. (...) Martin Esslin elabora una grilla de lectura interesante y toma un fenómeno incuestionablemente válido pero extrapola y generaliza un poco en exceso". En esa línea se ubica el libro notable de Michel Pruner publicado en 2003, Los teatros del absurdo (así, en plural), que señala que todos los autores estudiados por Esslin concuerdan en la absurdidad semántica pero despliegan poéticas y resoluciones teatrales muy diferentes. Para el caso particular del teatro de Ionesco, Krysinski sugiere reemplazar la categoría "teatro del absurdo" por la de "teatro de la ontología negativa y del paroxismo".

En La cantante calva, por caso, Ionesco hace estallar en mil pedazos la intriga lineal aristotélica y prefiere un "volver a empezar" infinito, aunque ya no con los esposos Smith sino con los Martin. La parodia de algunos procedimientos fundantes del drama moderno –el encuentro personal, el método biográfico, la construcción de la ilusión de pasado– alcanza un momento memorable en el diálogo de los Martin, quienes luego de descubrir inesperadas coincidencias en sus vidas, llegan a reconocer que son marido y mujer. El reloj inglés del living inglés suena sin regla comprensible con desquiciadas campanadas inglesas. La entidad psíquica de los personajes es indescifrable y un bombero declara tener que marcharse porque debe apagar "un ardor de estómago". Mientras tanto "la cantante calva sigue peinándose". Para Ionesco, sabotear el sistema del lenguaje natural y el sistema del lenguaje teatral (que mimetiza el natural, a través del realismo lingüístico) es atacar en su centro mismo el principio de realidad. El sabotaje al lenguaje verbal es una de las herramientas fundamentales de su desarticulación de la ilusión del realismo. La realidad –sostiene implícitamente Ionesco– pone así en evidencia su naturaleza de construcción lingüística. Con ello Ionesco se adelanta a los pensadores del "giro lingüístico". El mundo es absurdo porque posee un régimen de realidad absurdo, pero también lo es porque la realidad burguesa ha devenido trivial, irrelevante, frívola: se advierte en sus charlas y hábitos tontos, en su banalidad. Son dos visiones diversas: no hay sentido, o tal vez exista un sentido o sentidos del mundo, pero la historicidad social del hombre burgués les ha dado la espalda, el hombre occidental vive ajeno al sentido.

Acaso una de sus obras más vigentes sea Rinoceronte, estrenada en 1960 por Jean-Louis Barrault. El atónito Berenger observa cómo en la ciudad, uno a uno, los hombres comienzan a transformarse en rinocerontes. Horrorizado, Berenger decide resistir en tanto el último hombre. Esta parábola de la resistencia tiene muy poco de absurdo y encierra una metáfora política transparente, aplicable a los más diversos contextos. Hay quienes ven en Berenger un símbolo de la resistencia francesa contra el nazismo en la Segunda Guerra Mundial; otros –como la teatróloga Beatriz Rizk– lo identifican con la resistencia del hombre actual frente al avance de la globalización: transformarse en "rinoceronte" es dejarse homogeneizar por la cultura de mercado, perder los vínculos con lo local y diluirse en la pérdida de identidad transnacional. Más allá del absurdo y de su teatro, Ionesco se ha transformado en un personaje mítico en boca de los teatreros latinoamericanos. En Micropolítica de la resistencia, Eduardo Pavlovsky describe un almuerzo entre Beckett y Ionesco, donde éste no para de hablar y hablar y el autor de Esperando a Godot se queda dormido. Por su parte, el gran director colombiano Gilberto Martínez imagina otro encuentro, el de Ionesco con Bertolt Brecht. Tras ver una representación de El círculo de tiza caucasiano, Ionesco se acerca a Brecht y le dice: "Maestro, ¿para qué hace todo esto? Si el mundo es absurdo..." Y Brecht le contesta con una pregunta: "¿Y usted cómo lo supo?".

17 noviembre, 2009

La vanguardia latinoamericana: Oswald de Andrade y Gamaliel Churata



La vanguardia latinoamericana: Oswald de Andrade y Gamaliel Churata
Meritxell Hernando Marsal (España)

Lugar: Repertorio bibliográfico, Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM
Día: 23 de noviembre
Hora: 5:30. pm.
Auspician:La Escuela Académico Profesional de Literatura
Cátedra de literatura Brasilera
Revista Discursiva

15 noviembre, 2009

Centenario de Ciro Alegría


En el centenario de su nacimiento, Ciro Alegría sigue vigente en nuestra literatura. Mario Vargas Llosa lo proclamó como “nuestro primer novelista clásico”. Su gran novela El mundo es ancho y ajeno es una de la obras capitales de nuestra narrativa. Ricardo González Vigil ha publicado hoy un artículo a propósito. Aquí se los dejo:

Ciro Alegría nació hace cien años, un 4 de noviembre de 1909. Sus tres novelas más famosas: “La serpiente de oro” (1935), “Los perros hambrientos” (1939) y “El mundo es ancho y ajeno” (1941) siguen agotando ediciones. Han sido traducidas a varios idiomas, son estudiadas por especialistas peruanos y extranjeros y concitan continuamente el interés de los lectores. La vigencia de Alegría tiene que ver con su condición de clásico de la narrativa peruana. Pocos días después de su fallecimiento, acaecido el 17 de febrero de 1967, Mario Vargas Llosa lo proclamó “nuestro primer novelista clásico”.

Presente e ineludible
Un clásico es un autor que se vuelve referencia permanente en una tradición literaria, incluso para los que lo niegan o minusvaloran. La función mayor de un clásico consiste en formar parte de las lecturas significativas de un escritor en ciernes. Así les ocurrió con Alegría a dos narradores ) relevantes de nuestra literatura actual, Miguel Gutiérrez y Rodolfo Hinostroza, según testimonio propio en el IV Encuentro de Narradores Peruanos (Cajamarca del 4 al 7 de noviembre).

Palpitante actualidad
El conocido poeta Marco Martos, presidente de la Academia Peruana de la Lengua, en su conferencia magistral en el encuentro cajamarquino, subrayó la actualidad de la temática de las tres novelas mencionadas. Así, la “Serpiente de oro” responde a la célebre novela “La vorágine” (1924) del colombiano José E. Rivera, con un homenaje al esfuerzo humano para no dejarse aplastar por la naturaleza. “Se los tragó la selva”, concluye “La vorágine” mientras que Alegría resalta el esfuerzo armonizado con los ciclos naturales y evita el peligro, tan actual, de que los depredadores humanos colapsen el planeta (una naturaleza tragada por el hombre). El tema de la sequía de “Los perros hambrientos” es cada vez más un problema mayor, por el cambio climático y la explosión demográfica. Finalmente, el despojo que sufren las comunidades indígenas, inmortalizado por “El mundo es ancho y ajeno”, tampoco ha caducado.

Transculturización narrativa
La composición artística de sus obras merece, también, ser apreciada como una gran contribución en la etapa fundadora de la “nueva narrativa hispanoamericana” (años 1920-1960). Esa etapa fue una superación del lenguaje narrativo decimonónico, forjado por maestros europeos del siglo XIX y ligado al realismo regionalista. Se instaló un nuevo lenguaje narrativo que, en una de sus corrientes fundamentales, daría forma al realismo maravilloso. El reconocimiento de Alegría entre los fundadores de la nueva narrativa hispanoamericana es una tarea pendiente.

El triunfo del escritor
Especialmente perjudicial para la obra de Alegría fue la opinión del uruguayo Emir Rodríguez Monegal, el crítico más influyente del “boom” de los sesenta y de gran peso en el “canon” de la nueva novela hispanoamericana. Sostuvo que el uruguayo Juan Carlos Onetti (nacido también en 1909), fue víctima de la “mala suerte” cuando su libro “Tiempo de abrazar” perdió frente a “El mundo es ancho y ajeno”, en 1941, en el concurso más importante realizado hasta entonces para las novelas hispanoamericanas, a cargo de una editorial de Nueva York. Prejuiciosamente, Rodríguez Monegal atribuyó el triunfo de Alegría sobre Onetti a que este resultaba un innovador difícilmente asimilable a lo que el jurado neoyorquino esperaba de una novela hispanoamericana: temática regionalista y color “pintoresco”. Uno de los miembros del jurado era el gran novelista norteamericano John Dos Passos (quien sabía español). Dos Passos elogió la riqueza técnica de Ciro Alegría y su alta calidad lírica.

13 noviembre, 2009

Los elegidos de Cortázar

Breton, Cocteau y Borges, reflejan los gustos dísimiles del autor de Rayuela. (Instituto Cervantes). Fuente: RevistaÑ

El Instituto Cervantes y la Fundación Juan March inauguran una exposición virtual sobre el universo literario de Cortázar. Libros dedicados, firmados, anotados y un costado íntimo y desconocido de uno de los autores más importantes de la historia de la literatura argentina. Los libros de Cortázar, permite adentrarse por primera vez en la biblioteca del autor de Rayuela, y conocer, a través del testimonio de sus libros, su universo lector. Coordinada por Jesús Marchamalo, la muestra puede visitarse desde esta semana en la página web del Centro Virtual Cervantes: http://cvc.cervantes.es/literatura/libros_cortazar//. Dice la nota:

Aurora Bernárdez, viuda y legataria universal de Julio Cortázar, donó en 1993 a la Fundación Juan March la biblioteca personal del escritor. Algo más de cuatro mil volúmenes, muchos de ellos dedicados o anotados, que tenía en su casa de parisina: literatura del siglo XX, libros de arte, antiguas ediciones de clásicos castellanos; libros de poesía en inglés o francés, diccionarios. Dividida en cinco epígrafes -libros firmados, dedicados, anotados, con objetos y formatos curiosos-, la muestra se detiene en un centenar de obras, seleccionadas por su singularidad. Hay libros dedicados por Octavio Paz, José Lezama Lima, Pablo Neruda, Alejandra Pizarnik, muchos de ellos mostrados por primera vez; así como dedicatorias de María Zambrano, Rafael Alberti, Augusto Monterroso, Italo Calvino, Virgilio Piñera, entre otros muchos autores con los que Cortázar tuvo relación, según informó la agencia Europa-Press. También pueden verse libros con anotaciones manuscritas, a lápiz, bolígrafo o rotulador -comentarios, preguntas-, que muestran la pasión con la que Julio Cortázar leía, y el diálogo que le gustaba establecer con los autores a través de sus libros. Hay un apartado dedicado a las erratas, que el escritor corregía incansablemente, y sobre las que -en ocasiones- pedía explicaciones en los márgenes del libro a autores y a editores: "¿Por qué tantas erratas?", anota en su edición de Paradiso, de Lezama Lima. La exposición virtual se interesa también por algunos libros de formatos curiosos, y por una selección de primeras ediciones de obras de Julio Cortázar publicadas tanto en español como en distintas lenguas.

Casa-museo Borges (Anchorena 1660)

María Kodama en Anchorena 1660. Fuente: revistañ

La Casa-Museo dedicada a Jorge Luis Borges funcionará en la calle Anchorena 1660, Buenos Aires. Borges nunca vivió en esa casa sino en la casa vecina, luego de la muerte de su padre, entre 1938 y 1943. María Kodama vio interesante comprarla y hacer una réplica de la casa original. El museo del escritor incluirá una réplica (con los muebles y objetos originales) de su habitación y su biblioteca. "La idea es abrir para el cumpleaños capicúa, en 2010 él cumpliría ciento once".

De alguna manera, cuenta Kodama, la idea de hacer una casa-museo en la que estén los objetos de la vida cotidiana del escritor se la dio el propio Borges. "Tuvimos varias conversaciones con él cuando visitamos la casa de Victor Hugo en París, las de Poe en Estados Unidos o la de Rudyard Kipling en Inglaterra. El decía que a diferencia de un músico o un actor, el trabajo de un escritor es siempre íntimo y por eso las casas siempre eran los mejores museos". (...) "La primera vez que vine a la que ahora es la sede de la Fundación no pensaba en comprar la casa, vine porque quería ver la casa de al lado, donde él había vivido después de que murió su padre (Nota: entre 1938 y 1943). El me contaba que en el jardín de esa casa había escrito mi cuento favorito, Las ruinas circulares, y yo quería verlo", recuerda. Entonces, pidió permiso a los vecinos para espiar, por encima de la medianera, el jardín de la que fuera la casa del escritor. Los vecinos se lo permitieron y le contaron que su casa estaba en venta. En la entrada, Kodama dice que hoy no se puede visitar la casa "porque ya una vez desapareció una pieza mientras armábamos una muestra", pero invita a tomar un café enfrente y adelanta algo de lo que podrá verse el sábado y qué otras cosas se añadirán para la apertura oficial del museo. "Va a haber varios objetos familiares, varios de sus libros escandinavos y una edición de Chuan Tzu fechada en 1916, que leyó de joven y que tiene anotaciones como casi todos sus libros. Es interesante ver cómo ahí todavía tenía una letra de tamaño normal, que después fue achicando por culpa de la miopía".Kodama cuenta que el lugar no es demasiado grande pero que eso puede ser una ventaja porque lo convierte en un museo vivo, donde las piezas irán cambiando. "Hay cosas, como su colección de sombreros, que todavía no puedo exponer porque no tengo los maniquíes". El sábado sólo estará habilitada la planta baja del futuro museo. Cuando abra definitivamente, en el piso de arriba se podrán visitar la habitación y la biblioteca de Borges. "Aunque yo sé que él no está, para mí es maravilloso verlas porque lo siento presente. Imaginate que esa biblioteca fue lo primero que vi en su casa, cuando yo tenía 16 años".

El mito Poe


"Sobre Edgard Allan Poe existen numerosos malentendidos, acendradas mistificaciones e insuficientes verdades, que la biografía Una vida truncada, del gran inglés Peter Ackroyd –autor de una extraordinaria Biografía de Londres– y la reedición de los Cuentos completos de Poe traducidos por Julio Cortázar –ambas de Edhasa–, no dejarán de alimentar".Este año se cumplieron 200 años del nacimiento del escritor estadounidense Edgar Allan Poe. Alcohólico, mujeriego y crítico feroz de su época, la vida del autor de "El cuervo" vuelve a generar polémica, a partir de su biografía y la reedición de sus cuentos traducidos por Julio Cortázar. Los mitos de un escritor incómodo:

¿En qué consiste la mistificación de Poe?

Básicamente, en que fue un prisionero de su tiempo, un "suicidado por la sociedad", diría Artaud, como dijo de Van Gogh; un molesto e indeseable esperpento, un genio que se sentía incómodo en la "prisión de los Estados Unidos" –debemos a Baudelaire el tropo–, un visionario que murió frustrado, para ser descubierto, como corresponde, muchas décadas después, como uno de los fundadores de la escuela norteamericana del cuento y parte integrante de la Patrística literaria de aquella nación. Ackroyd prefiere llamar a esa vida "truncada" (cut) y no frustrada (frustrated). La lectura de la biografía de Ackroyd corrobora sí que Poe no se sentía cómodo en los Estados Unidos. No sabemos por qué. Vagó de una ciudad a otra de la costa Este escribiendo en periódicos y perseguido por la pobreza. Pero: a) no fue en absoluto un desconocido; fue uno de los periodistas más exitosos de su época y también uno de los escritores más reconocidos, por cierto no a la altura de Longfelow –tampoco tuvo tiempo para disputarle la consagración, ni su carácter belicoso le hubiese permitido convertirse en patriarca hierático; b) pudo escapar de la pobreza: dos periódicos al menos multiplicaron exponencialmente sus ventas gracias a su inspiración y su trabajo; uno de ellos le hubiese proporcionado un porvenir más que holgado, pero lo abandonó porque lo aburría; c) uno de los motivos por los que Poe, en su corta vida, llegó a la fama, fue su crítica muchas veces despiadada, tanto como bien escrita, a sus contemporáneos; era célebre por sus provocadoras reseñas, que fueron laudatorias cuando se trataba de mujeres que lo halagaban; d) su poema "El cuervo" tuvo un éxito enorme, aun para la época, y escuchárselo recitar con su voz magnética parece que era una de las grandes experiencias a las que un norteamericano culto podía aspirar en la primera mitad del XIX. Todo lo cual indica que Poe no tenía razones para sentirse incómodo, aunque seguramente, en verdad, lo estaba. Era un pionero extraordinario, laborioso y creído de sí mismo, violento a veces, indecoroso otras, aunque la mayor parte del tiempo se comportaba con unos modales tan amables, suaves y caballerosos que asombraba. Era un bebedor sediento, de los que se emborrachan hasta caer, en una rápida y letal sucesión de tragos. Y era un sureño –se había criado en Virginia–, con pretensiones de aristócrata, esclavista y antiburgués. Segunda cuestión relacionada con el falso mito: era absolutamente consciente de que escribía para los magazines, y por lo tanto sus cuentos debían impresionar. Le gustasen o no, en ellos encapsulaba lo sublime. Precursor del sensacionalismo periodístico y literario, aconsejó a los propietarios de periódicos incluir con frecuencia prosas como las suyas que, en el terreno de la ficción, anticipaban las crónicas de crímenes truculentos que alimentaron a los grandes rotativos del siglo XX. Manejó, aun en la poesía, la noción de efecto. "Siempre existe un punto en que se dan la mano la ironía y la decadencia, y nunca queda claro si Poe está riéndose o llorando ante sus propias imaginaciones", señala Ackroyd. Poco antes, cita al propio Poe: los relatos de mayor éxito contienen "lo absurdo rayano en lo grotesco, lo aprensivo coloreado con lo horrible, lo ingenioso exagerado hasta lo burlesco, lo singular revestido de lo extraño y lo místico. Podría decirse que todo esto es mal gusto"; a lo que agrega Ackroyd: "Este era el credo periodístico de Poe, unos principios que siguió fielmente durante su carrera de escritor". Poe tenía absoluto control sobre su estilo, dice su biógrafo, y si deploraba sus borracheras intensas, era por la sensación de pérdida de dominio de sí mismo que le acarreaban. Pero el talón de Aquiles de Poe no fue el alcohol, fueron las mujeres. Se enamoró de la madre de un compañero en la adolescencia, luego de su prima adolescente Virginia, con la que se casó, y al morir ella, de sucesivas mujeres, en pocos años, y de dos al mismo tiempo, frente a las que enaltecía su amor en términos parecidos y ante las que se declaraba al borde del suicidio, o de la muerte más atroz, a causa de ellas (de cada una por separado). Algo conscientemente teatral, de vaudeville dramático, hubo en toda la obra la Poe, incluidas sus cartas, siempre escritas en agonía definitiva y desolación mortal que no le impedían seguir viviendo. Su muerte, muchos años después de las primeras líneas exageradamente patéticas dirigidas a su padrastro, fue realmente grotesca. Si de verdad fue arrastrado en Baltimore a servir de votante disfrazado en unas elecciones fraudulentas, en plena borrachera –de hecho vestía unas ropas y un sombrero raros en él cuando lo encontraron exánime–, entonces sí fue un suicidado por la sociedad, en sentido completamente aleatorio: durante el vértigo de sus viajes por el Este, más sentimentales que literarios, poseído además de su compulsión alcohólica. Discutida no ha sido lo suficiente la traducción que hizo Cortázar de esta literatura, no menos complicada que su creador. Anotación: Poe no escribía bien; contra anotación: lo hacía maravillosamente dentro del estilo paródico efectista con el que sacaba partido periodístico y literario de una generación que amaba el rebuscamiento, como sinónimo de alta literatura (todo para leer narraciones de disparatada imaginación en las revistas). Cortázar le corta el pelo y lo emprolija. Sus traducciones son de una fluidez que Poe no tenía. Se leen sin la dificultad, los estucos y el taraceado del original. Y a veces sin ese relumbrón sangriento oscuro, esa luz de teatro, de la que Poe dotaba sus cuentos, esa belleza extraña que sacaba de la abundancia de adjetivos ("dull, dark, soundless"). Cortázar pues escribe bien; Poe escribía mal y sólo la imaginación lo salva. No es tal, tampoco esto. El mito verdadero dará aún qué conversar, mistificar y desmitificar.

Reeditan "La hermana de Eloísa" de Borges

Una de las obras de Antonio Seguí que ilustran esta lujosa edición española. Fuente: revistañ

"La hermana de Eloísa", que escribió con Luisa Mercedes Levinson. La primera y única edición data de 1955. Carlos Pérez Miguez es el director del Centro de Editores y ha declarado: "No es inédito, pero casi. En castellano se publicó una sola vez y es muy difícil encontrar ahora una creación de Borges que apenas se editó". Añadió, en conversación con Clarín, que "La hermana de Eloísa es extenso para publicarse en un diario y al ser un solo cuento no se puede editar como un libro normal. Por eso hemos optado por hacer un libro para bibliófilos, para el público que quiere a los libros", precisó. Reeditan en España un cuento de Borges con dibujos de Antonio Seguí:

La hermana de Eloísa" es un cuento muy poco difundido que, hace cincuenta años, escribieron Jorge Luis Borges y Luisa Mercedes Levinson. Se publicó en 1955, junto a dos relatos de Borges y otros dos de Levinson, y después no volvió a editarse ni siquiera en las obras completas del gran autor argentino. Hoy se presenta en España una edición para bibliófilos, con ilustraciones de Antonio Seguí, y todas las características de una joya bibliográfica que cuesta lo suyo: 330 euros. (...) "Este libro, que se hace en homenaje a Borges al cumplirse 110 años de su nacimiento, lo presentaremos en el mismo momento en que se inaugura una exposición que incluye los originales de las ilustraciones, fotografías tomadas a Borges por diversos fotógrafos, libros de Seguí, documentación sobre la realización del libro y demás", señaló Pérez Miguez.Es interesante reproducir el comienzo del relato: "Habían pasado unos 15 años, pero cuando Jiménez me dijo que había tenido que ir a Burzaco para planear la edificación de un chalet por cuenta de un tal Antonio Ferrari, mi primer pensamiento fue para Eloísa Ferrari, cuya imagen de pronto surgió ante mí, inmediata y casi dolorosa. Sólo después pude sorprenderme de que aquel excelente don Antonio, que pasaba la vida en el café proyectando negocios vagos y vanos, hubiera conseguido, al fin, redondear la suma que significa la construcción de la casa propia. El hecho me resultó tan insólito que, para no pensar algo peor, pensé en una herencia. Jiménez, mientras tanto, seguía explicándome que se trataba de un gran chalet y que los Ferrari eran muy exigentes. Por lo pronto, no íbamos a repetir en Burzaco el tipo 14 de bungaló californiano, ni el 5 en piedra de Mar del Plata, que, innumerablemente multiplicados, ya conoce y acaso habita el lector. Jiménez, mi socio, era constructor; la obra exigía un arquitecto. (...)". El acontecimiento permite evocar a una escritora y a una personalidad fascinante como Mercedes Levinson (1904-1988). Levinson empezó a escribir teatro antes de los diez años. Estudió arpa, se interesó por la mitología germánica, escribió para las revistas El Hogar, Atlántida y Leoplán. En 1951 publicó su primer libro: la novela La casa de los Felipes. En estos días, su hija, la escritora Luisa Valenzuela, contó a la prensa que recordaba "las risas de Borges y mi madre mientras escribían". Valenzuela era una adolescente: "De vez en cuando me preguntaban si no estarían siendo demasiado kitsch o si tenía sentido una expresión como 'bustos ecuestres'".

Los 70 años del El pozo

Fuente: revistañ

En diciembre se cumplirán los 70 años de la novela que tras muchos avatares, Juan Carlos Onetti (1909-1994) publicó en 1939. Esta novela corta de apenas cien páginas, que se aparta de lo que por aquel entonces se escribía en el ámbito rioplatense y que comparte mucho, sin haberla leído, con la literatura existencial que se forjaba en Francia. Acaso comparable con La Náusea de Sartre. El homenaje que el mundo cultural hará a El Pozo cerrará el "Año Onetti", que en 2009 ha celebrado el centenario del nacimiento un 1 de julio del autor uruguayo. El Pozo, obra "fundacional" de Onetti, cumple 70 años:

El Pozo es crucial para entender la obra de Onetti", pues "la mayor parte de los temas importantes para este escritor están ya en esta novela", explica Hortensia Campanella, editora de las obras completas del escritor.El protagonista de El Pozo, Eladio Linacero, evade la soledad y el fracaso que definen su vida con la ensoñación y la búsqueda de otra dimensión que, en definitiva, encienda una luz en la oscuridad que lo rodea.Campanella es también directora del Centro Cultural de España en Montevideo, una de las instituciones que han participado en el año del autor de La vida breve y El astillero."Me hubiera gustado clavar la noche en el papel, como a una gran mariposa nocturna. Pero en cambio, fue ella la que me alzó entre sus aguas como el cuerpo lívido de un muerto y me arrastra, inexorable, entre fríos y vagas espumas, noche abajo", culmina Linacero en su intento de escribir unas "memorias".Ahí está "la insatisfacción del ser humano con su propia vida, la conciencia de que la muerte es una condena que marca al hombre desde su nacimiento, con el tema del soñador, al intentar superar estos problemas a través del sueño, de la creación", subraya Campanella.El otro gran tema, precisa, "es el fracaso de todos esos intentos".El Pozo fue "un texto avanzadísimo para su tiempo. Mucha gente lo compara con 'La Náusea' de Sartre. En todo caso es una atmósfera común, puesto que Onetti no conocía 'La Náusea'. Y, si es cierto que lo había escrito siete años antes, entonces fue anterior a Sartre", explica la editora y crítica.La autora, también biógrafa de Mario Benedetti, relata el proceso que Onetti se atribuyó a la hora de escribir por primera vez El Pozo, en realidad a principios de los años treinta.Vivía por entonces Onetti en Argentina, donde imperaba el férreo mandato de José Félix Uriburu; impedido de poder comprar cigarrillos un fin de semana, el incipiente literato uruguayo y ya fumador empedernido "en la desesperación escribió El Pozo, aunque esta primera versión se perdió después", cuenta Campanella."En 1939, sus amigos Juan Cuña y Castel, que tenían una pequeña editorial que estaba sacando libros de poesía, le pidieron un texto breve y él rehizo El Pozo, agrega."Lo imprimen de forma muy modesta, en papel de estraza, y colocan en la tapa un dibujo que había realizado la entonces esposa y prima hermana de Onetti (María Julia), y al que se le agregó la firma falsa de (Pablo) Picasso, un ingrediente más que se suma a la leyenda y la aureola que rodean a este libro y a Onetti", cuenta el escritor Wilfredo Penco.El Pozo es "una obra fundacional" y "una apuesta por la escritura", sin atarse "a ciertas formas tradicionales que hasta entonces imperaban en la literatura uruguaya y también hispanoamericana", destaca Penco, también director de la Academia Nacional de Letras de Uruguay.Penco subraya que Onetti "nunca fue un escritor de multitudes" y tampoco lo será en el futuro, "por más que se promueva su obra".En cambio, en opinión de la directora del Centro Cultural de España en Montevideo, ahora "se le está leyendo más, distintas generaciones se incorporan a su lectura" y El Pozo es "una excelente puerta de ingreso" a su obra.Campanella recordó la intensa relación de Onetti con España, donde, en 1975, "encontró una acogida, un refugio, frente a la dictadura de su país".Onetti murió en Madrid el 30 de mayo de 1994, ciudad que se ha convertido junto a Montevideo en el foco de los homenajes realizados en el Año Onetti.

París era una fiesta reedición ("restaurada")


El polémico libro póstumo de Hemingway, París era una fiesta , ha sido reeditado en un EEUU por uno de sus nietos en una "edición restaurada". Para muchos, una de las mejores memorias escritas en el siglo XX, cuya publicación a manos de su cuarta esposa, Mary Hemingway, quien rehízo el texto para la versión de 1964 y dejó a la segunda mujer como una arpía. Es precisamente el nieto, Sean, de la "arpía" quien se dio a la tarea. Los cambios no son muchos, por ejemplo, la inclusión de un capítulo adicional al dedicado al poeta Ezra Pound. Sin embargo, cae la sospecha para los críticos que "la principal razón para esta revisión no es otra que la de "restaurar" la imagen de su abuela, Pauline Pfeiffer", segunda esposa de Hemingway. Con cuatro viudas nunca se podría haber mantenido la calma en el gallinero. Hemingway reescribe a Hemingway :

¿Por qué esta revisión? se preguntan muchos expertos o simples aficionados a la lectura. Los cambios son más bien pocos, en su mayoría de orden dentro del volumen. Lo que en un sitio aparece en un capítulo - el dedicado al poeta Ezra Pound-, ahora son dos, uno en el cuerpo principal y otro en los sketches adicionales. Así que sobre la iniciativa de Sean pende la sospecha de que la principal razón para esta revisión no es otra que la de "restaurar" la imagen de su abuela, Pauline Pfeiffer, la segunda esposa del autor de El viejo y el mar. En la edición clásica, a Pauline se la pinta como una depredadora que rompió el feliz matrimonio entre el escritor y Hadley Richardson. Esa misma pregunta del porqué se la formula a bote pronto uno de los lectores que ha acudido a escucharle. "Cuando se publicó por primera vez - contesta el nieto-no se utilizó todo el material. Mi abuelo lo dejó inacabado y el capítulo con el que se cerraba (Nunca hay un final en París) lo rehízo Mary". Precisamente es este capítulo el que ofrece el cambio más sustancial. En la nueva edición no aparece como tal. Parte de ese relato se encuentra en el núcleo central, en el llamado Inviernos en Schrums.Pero cortado de forma abrupta. De pronto se habla "de tres corazones", en lo que es la única referencia a Pauline, a la que no se cita por su nombre ni en un libro ni en el otro. "Cualquier culpa fue mía", escribe ahora Hemingway, se llame Ernest o Sean, para justificar su primera ruptura matrimonial. Además, la conclusión del primer relato se traslada, en la reedición, a los sketches. Es un nuevo título, The pilot fish and the rich, lugar en el que se recupera el tramo final del libro original aunque modificado. Se incide en la irrupción de la que sería la segunda esposa, aunque si en la edición de 1964 ella era la arpía, en la del 2009, el autor de Fiesta o Adiós a las armas asume la culpa. "Para la mujer que engaña a su amiga fue algo terrible, pero fue mi falta y mi ceguera lo que hizo que no me repugnara. Viéndome envuelto en eso, y enamorado, acepté toda la culpa y viví con remordimientos", se lee ahora. Y remata: "El remordimiento no desaparecía ni de día ni de noche hasta que mi mujer (Hadley) se casó con un hombre mejor que yo, mejor de lo que yo nunca podría ser, y supe que era feliz". Sean, conservador del Metropolitan Museum, reitera que su trabajo se adecua de manera más correcta al material heredado. La luz procede de la revisión de los manuscritos guardados en la librería John F. Kennedy de Boston. La nueva edición se compone de diecinueve capítulos y diez adicionales, además de fragmentos sobre un supuesto arranque. A partir de este estudio, insiste, también ha reparado párrafos en los que se presenta la relación de su abuela con el escritor "de forma más matizada y verdadera". Poco antes de suicidarse, Ernest Hemingway envió una carta a su editor, Charles Scribner, en la que le informaba que esas memorias de los años veinte "no pueden salir tal como están y no tienen final". Mary, su viuda, no lo vio igual y en un artículo que publicó en 1964 sostuvo que "Hemingway debía dar el libro por acabado". Se encargó de perfilar el manuscrito, cambió el orden de algunos capítulos y añadió otros que el autor había descartado. Y, lo más relevante, insertó un apartado final sobre la ruptura del primer matrimonio. El origen del proyecto restaurado, comenta Sean, se encuentra en su tío, Patrick Hemingway, hijo de Pauline. No esconde, porque así lo ha reconocido, que su tío cree que "la edición original fue terrible con su madre". La nueva le satisface. De la revisión de los archivos deduce que "sus padres fueron felices". Patrick, de 81 años, no arremete contra Mary en declaraciones a The New York Times, pero da una clave para entender la animadversión hacia Pauline y el cariño a Hadley: todo se debe, según su versión, a que Hadley poseía un cuadro de Miró que quería Mary. Por cierto, Ernest Hemingway tuvo una tercera esposa, Martha Gellhorn. La invitada de piedra en esta polémica.

03 noviembre, 2009

Cuento inédito de Nabokov


La nueva edición de los Cuentos completos (Alfaguara) de Vladimir Nabokov incluye dos inéditos en español: "La palabra" y "Natasha". Dimitri Nabokov, el hijo del escritor y traductor de los relatos del ruso al inglés, conoció "La palabra" en 2005. Publicado en 1923 en Rul´, revista del exilio ruso en Berlín, se trata, dice, de un relato tan emocional que antes de traducirlo tuvo que acallar dudas sobre su autenticidad. Era el segundo relato que Nabokov había publicado. El libro estará en la Argentina el año que viene. La palabra:

Barrido del valle de la noche por el genio de un viento onírico, me encontré al borde de un camino, bajo un cielo de oro puro y claro, en una tierra montañosa de extraordinaria naturaleza. Sin necesidad de mirar, sentía el brillo, los ángulos y las múltiples facetas de aquellos inmensos mosaicos que constituían las rocas, de los precipicios deslumbrantes, y el destello de innumerables lagos que me miraban como espejos en algún lugar abajo en el valle, tras de mí. Mi alma se vio embargada por un sentido de iridiscencia celestial, de libertad, de grandiosidad: supe que estaba en el Paraíso. Y sin embargo, dentro de esta mi alma terrenal, surgió un único pensamiento mortal como una llama que me traspasara -y con qué celo, con qué tristeza lo preservé del aura de aquella gigantesca belleza que me rodeaba-. Ese único pensamiento, esa llama desnuda de sufrimiento puro, no era sino el pensamiento de mi tierra mortal.

Descalzo y sin dinero, al borde de aquel camino de montaña, esperé a los amables y luminosos habitantes del cielo, mientras el viento, como la anticipación de un milagro, jugaba con mi pelo, llenaba las gargantas con un zumbido de cristal, y agitaba las sedas fabulosas de los árboles que florecían entre las rocas que bordeaban el camino. Largos filamentos de todo tipo de hierbas lamían los troncos de los árboles como si fueran lenguas de fuego; grandes flores se rompían abiertas en las ramas brillantes y, como copas volantes que rezumaran luz del sol, planeaban por el aire, exhalando en sus jadeos unos pétalos convexos y translúcidos. Su aroma dulce y húmedo me recordaba todas las cosas maravillosas que había experimentado a lo largo de mi vida.

De repente, cuando me encontraba cegado y sin aliento ante aquel resplandor, el camino se llenó de una tempestad de alas. Escapándose de las cegadoras profundidades llegaron en enjambre los ángeles que yo estaba esperando, con sus alas recogidas apuntando a las alturas. Se movían con pasos etéreos; eran como nubes de colores en movimiento, y sus rostros transparentes permanecían inmóviles a excepción de un leve temblor extasiado en sus pestañas radiantes. Unos pájaros turquesa volaban entre ellos con risas felices como de adolescentes, y unos animales color naranja deambulaban ágiles, en una fantasía de manchas negras. Las criaturas se enrollaban como ovillos en el aire, estirando sus piernas de satén en silencio para atrapar las flores volantes que circulaban y se elevaban, apretándose ante mí con ojos brillantes.

¡Alas! ¡Más alas! ¡Por todas partes, alas! ¿Cómo describir sus circunvoluciones y colores? Eran suaves y también poderosas ¿ leonadas, violetas, azul profundo, negro aterciopelado, con un polvillo arrebolado en las puntas redondeadas de las plumas curvas. Eran como nubes escarpadas fijas en la espalda luminosa de los ángeles, suspendidas en arrogante equilibrio; de tanto en tanto, un ángel, en una especie de trance maravilloso, como si le fuera imposible contener por más tiempo su felicidad, en un efímero segundo, abría sin previo aviso esa su belleza alada y era como un estallido de sol, como una burbuja de millones de ojos.

Pasaban en enjambres, mirando al cielo. Sus ojos eran simas jubilosas, y en sus miradas acerté a ver el vértigo del vuelo. Se acercaban con pasos deslizantes, bajo una lluvia de flores. Las flores derramaban su brillo húmedo en el vuelo; los esbeltos y elegantes animales jugaban, sin dejar de ascender en remolinos; los pájaros tañían de felicidad, remontando el vuelo para luego caer en picado. Y yo, un mendigo cegado y azogado, seguía parado al borde del camino, con un mismo y único pensamiento (...)

02 noviembre, 2009

Saramago el "diablo"

Fuente: revistañ
Y no han faltado las críticas para el Nobel José Saramago a causa de su libro Caín. Lo acusan de hacer una "operación publicitaria" y hasta lo tratan de "diablo". Saramago se ha defendido diciendo que: "No escribí un libro sagrado". Sin embargo, la Iglesia lo ha criticado duramente y aquél dijo sobre esta que: "Son como perritos de Pavlov, reaccionan inmediatamente al estímulo". "Hasta le pidieron que renuciara a su ciudadanía portuguesa". Vaya, vaya. Las repercusiones de Caín, la última novela de Saramago:


Es que en Caín, el Nobel parte del famoso fraticidio para postular que Dios -su personaje se escribe "dios", con minúscula, igual que todos los nombres de la novela- es responsable de esa muerte, por haber despreciado injustamente el sacrificio de Caín ("caín"). Y que además es sanguinario, caprichoso, sádico. Véase la descripción de Dios que hace apenas caín acaba de matar a un jactancioso -y burlón- abel: "Fue en ese momento exacto, es decir, retrasada en relación a los acontecimientos, cuando la voz del señor sonó, y no sólo sonó la voz, sino que apareció en persona. Tanto tiempo sin dar noticias, y ahora aquí está, vestido como cuando expulsó del jardín del edén a los infelices padres de estos dos." Y es caín quin reclama: "(...) el primer culpable eres tú, yo habría dado mi vida por su vida si tú no hubieses destruido la mía".Tras el asesinato, como en la Biblia, dios condena a caín a vagar por el mundo pero lo protege de ser asesinado. Saramago lo pone, además, a viajar en el tiempo. Así, el caín del portugués será parte de algunos de los grandes episodios de la Biblia, como la destrucción de Sodoma, el (abortado) sacrificio de Isaac o el diluvio universal.En fin que el libro no fue todo. Saramago presentó la novela en Penafiel, una ciudad del norte de Portugal, y allí declaró que la Biblia "es un manual de malas costumbres", que está lleno de escenas de violencia, incesto y horrores y que debería estar cuidadosamente escondido de las manos de los niños".Entonces empezó la polémica. El portavoz de la Conferencia Episcopal Portuguesa, Manuel Marujao, calificó el libro de "operación publicitaria". "Un escritor de la dimensión de José Saramago debería tomar un camino más serio". "Podrá hacer críticas, pero entrar en un género de ofensas no le sienta bien a nadie, y menos a un Premio Nobel", dijo.Saramago, claro, esperaba enojos, pero, por tratarse del Nuevo Testamento, los esperaba principalmente de los judíos. De quienes, además, en el texto dice cosas como: "Como siempre ha sucedido, a la mínima derrota los judíos pierden la voluntad de luchar, y, aunque en la actualidad ya no se usen manifestaciones de desánimo como las practicadas en el tiempo de josué, cuando se rasgaban las ropas que llevaban vestidas y se postraban en el suelo con el rostro en tierra y las cabezas cubiertas de polvo, la llantera verbal es inevitable".En Portugal, el rabino Eliezer di Martino se lo tomó con calma. "El mundo judío no se va a escandalizar por los escritos de Saramago ni de nadie", dijo. Pero señaló: "Saramago desconoce la Biblia y su exégesis" y hace "lecturas superficiales de la Biblia".No fueron sólo respuestas religiosas: el eurodiputado socialdemócrata Mario David dijo en su blog que tenía vergüenza de tener a Saramago como compatriota. Escribió, también, que Saramago hace años amenazó con renunciar a la nacionalidad portuguesa: "Hoy le pido que lo concrete. ¡Y deprisa!"El malestar atravesó la sociedad portuguesa. La semana pasada hubo una manifestación de protesta contra él en Penafiel. Y los medios consignaron voces que calificaban a Saramago de "diablo"."Vanidad y autopromoción", disparó el escritor Miguel Sousa Tavares. "Soy una persona que despierta anticuerpos en muchas otras personas pero no me importa", dijo Saramago.Hace unos días, José Saramago debatió sobre el tema, en su casa, con el teólogo José Tolentino de Mendonça.Paul Ricoeur, decía Tolentino, "lee el episodio de Abel y Caín como la construcción de la fraternidad", decía el teólogo. "El Génesis es una reflexión sobre la condición humana. ¿O qué son, al final, los mitos? Son reflexiones sobre la vida. Después de la Biblia, la fraternidad ya no depende de los lazos de sangre sino de una decisión ética". Eso, contesta Saramago "es forzar las historias. ¿Qué hubiese pasado si Dios aceptaba la ofrenda de Caín? ¿Por qué la rechazó?".Es una novela, recuerdan algunas voces. Una novela, ficción, literatura, no un libro religioso.

28 octubre, 2009

Poe en San Marcos


El Instituto de Investigaciones Humanísticas de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Mayor de San Marcos invita al Conversatorio sobre Edgar Allan Poe.

Cuándo: Martes 3 de noviembre a las 6.30 p.m.

Dónde: Auditorio de la Facultad de Letras.

Participan: Ricardo Silva Santisteban y Jorge Valenzuela

* Ese día se sortearán entre los asistentes los libros de Poe Poemas y El derrumbe de la casa Usher de la Colección del Manantial Oculto, editados por la Universidad Católica.

Fuente: Revista Discursiva

19 octubre, 2009

García Márquez espiado

Fuente: revistañ

Las actividades políticas y sociales que durante tres décadas realizó en México el Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, fueron registradas en los archivos de un desaparecido cuerpo de inteligencia mexicano, informó hoy la prensa local mexicana. Revelan que espiaron a García Márquez durante 30 años:

El diario El Universal publicó parte de archivos desclasificados de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) que documentan actividades del escritor en esa época. Entre las actividades figuran encuentros con líderes europeos, como el francés Francois Mitterrand, y activistas de izquierda latinoamericanos, principalmente de Chile, Colombia y El Salvador, así como su cercanía con el gobierno de Fidel Castro. "La casa de Gabo era un consulado alternativo", señala el diario, a partir de los informes de inteligencia que comprende desde la década de los 60 (cuando el colombiano se instaló en México) y hasta 1985. A partir de ese año, los archivos continuaron siendo clasificados en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional. "El escritor de nacionalidad colombiana informó a Jorge Timossi, director de la agencia de noticias cubana Prensa Latina, que todos los derechos del libro Crónica de una muerte anunciada pertenecen al gobierno de Cuba, porque él se los obsequió", figura en uno de los archivos. "Lo anterior confirma que Gabriel García Márquez, además de ser pro cubano y pro soviético, es un agente de propaganda al servicio de la Dirección de Inteligencia de ese país", se indica en un documento de la DFS. El escritor se estableció en México a principios de los 60 y, aunque ha residido durante periodos prolongados en otros lugares desde entonces, actualmente vive en Ciudad de México.Fue vigilado desde los años 70, con los Gobiernos de Luis Echeverría (1970-1976) y José Luis López Portillo (1976-1982).El espionaje no llegó a penetrar el círculo interno de "Gabo", aunque sí a identificar su entorno de familiares y amigos y a intervenir su teléfono.Uno de los archivos más amplios se refiere al papel del escritor como mediador entre movimientos de la izquierda latinoamericana y el que fuera presidente de Francia Francois Miterrand (1981-1995).El autor estuvo sometido a una vigilancia atenta desde los años 70 y aunque ella no llegó a penetrar su círculo íntimo para obtener información, sí hubo espionaje telefónico.

14 octubre, 2009

IV MUESTRA INTERNACIONAL DE TEATRO DE LIMA


Desde el primero de este mes se viene desarrollando la IV Muestra Internacional de Teatro de Lima. Son una treintena los teatros, auditorios y espacios escénicos como El CCPUCP, el Teatro Británico, Teatro La Plaza ISIL, la Alianza Francesa, el Centro Cultural CAFAE-SE, la Asociación de Artistas Aficionados, el Teatro Mario Vargas Llosa; donde se vienen desarrolando diversas puestas. La Muestra es organizada por el ICPNA bajo el auspicio de Iberescena y el Centro Cultural de España.

Dentro de lo que aún se puede ver están:

TEATRO LA PLAZA ISIL (Larcomar, Miraflores)
OBRA: Las brujas de Salem
PAIS: Perú (Dirige: Juan Carlos Fisher)
CUANDO: 2-6, 8-13, 15-17 de octubre, 8:00 pm. (domingos 4:00 pm.)

TEATRO AUDITORIO MIRAFLORES (Av. Larco 1150-Sótano)
OBRA: El Sargento Canuto en tiempo de marinera
PAIS: Perú (Dirige: Ricardo Morante)
CUANDO: 9-11 y 16-17 de octubre, 8:00 pm.

TEATRO MARIO VARGAS LLOSA - BNP (Av. De la Poesía 160, San Borja)
OBRA: La Chunga
PAIS: Perú (Dirige: Giovanni Ciccia)
CUANDO: Del 1-4, 8-11 y 15-17 de octubre, 8:00 pm.

TEATRO MARSANO (General Suárez 409, Miraflores)
OBRA: Cabaret
PAIS: Perú (Dirige: Mateo Chiarella)
CUANDO: Del 8-12, 15-17 de octubre, 8:00 pm. (domingos 7:00 pm.)

AUDITORIO BIBLIOTECA MUNICIPAL DE SAN ISIDRO (Calle La República 455-El Olivar)
OBRA: La noche de los asesinos
PAIS: Perú (Dirige: Gustavo López)
CUANDO: Del 8-11 y 15-17 de octubre, 8:00 pm.

TEATRO BRITANICO
OBRA: Volpone
PAIS: Perú (Dirige: Roberto Angeles)
CUANDO: 3-5, 8-12 y 15-17 de octubre, 8:00 pm.

CASA YUYACHKANI (Calle Tacna 363, Magdalena del Mar)
OBRA: No me toquen ese valse
PAIS: Perú (Dirige: Miguel Rubio Zapata)
CUANDO: Del 9-12 y 16-17 de octubre, 8:00 pm. (domingos 6:30 pm.)

CENTRO CULTURAL PUCP (Av. Camino Real 1075, San Isidro)
OBRA: Diario de un loco
PAIS: Ecuador (Dirige: Lucho Mueckay)
CUANDO: 13 y 14 de octubre, 8:00 pm.

PAIS: Perú (Dirige: Jorge Guerra)
CUANDO: Del 1-5, 8-12 y 15-17 de octubre, 8:00 pm.

ESCUELA NACIONAL SUPERIOR DE ARTE DRAMATICO (Teatro La Cabaña, Parque de la Exposición)
OBRA: Tres historias del mar
PAIS: Perú (Dirige: Haysen Percovich)
CUANDO: 16 y 17 de octubre, 7:30 pm.

CICLO TEATRO EN LA PANTALLA
Auditorio ICPNA Lima Centro (Jr. Cusco 446) - Ingreso libre

LA TRAGÉDIE D’HAMLET

Jueves 15 de octubre, 7:00 pm.

LA MUERTE DE UN VIAJANTE (1951)

Martes 20 de octubre, 7:00 p. m.

¿Nobel?

ALGUNOS PREMIOS NOBEL DE LITERATURA: Henryk Sienkiewicz, 1905; Axel Karlfeldt, 1931; Johannes Vilhelm Jensen, 1944; Frans Eemil Sillanpää, 1939; Patrick White, 1973; Herta Müller, 2009. Fuente: revistañ


Ya se conoce a la premiada con el Nobel de este año, Herta Müller, escritora de libros que no leeré pues no sé sus títulos. Ya el Nobel, en literatura más, no sorprende. La elección de escritores -buenos o malos, eso no lo juzgo- sin trascendencia viene siendo la tendencia en un premio que, por sus méritos propios, se va descalificando. No intento hacer una campaña contra Müler, pero me pregunto: ¿quién en el Perú la ha leído? Acaso algunos pocos, que casi siempre se cuentan con los dedos. Ahora, que esto no suponga que ya mismo corramos a la librería más cercana para adquirir cualquier libro de ella. ¿Solo porque ha ganado el Nobel? Como lector soy muy selectivo y además cuidadoso. Allá los entusiastas. Creo que el Premio acaso trata de rescatar a autores cuyos nombres, al menos para este hemisferio -como lo fue con Le Clezio-, son desconocidos por la masa lectora. En fin, es un premio y por lo tanto arbitrario en su elección. Todos sabes que León Tolstoi, James Joyce, Marcel Proust, Ezra Pound, Franz Kafka, Joseph Conrad, Vladimir Nabokov, Jorge Luis Borges...tenían y tienen los méritos suficientes para ganar dos Nobel. Les dejó el interesante artículo de Andrés Hax que se pregunta: ¿Para qué sirve el Premio Nobel de Literatura?

Una pregunta: ¿Qué tienen en común León Tolstoi, James Joyce, Marcel Proust, Ezra Pound, Franz Kafka, Joseph Conrad, Vladimir Nabokov, Jorge Luis Borges, Jack Kerouac y William Burroughs? Que ninguno de ellos ganó el Premio Nobel de Literatura. Segunda pregunta: ¿Qué tienen en común: Bjørnstjerne Bjørnson, Rudolf Eucken, Carl Gustaf Verner von Heidenstam, Carl Friedrich Georg Spitteler, Frans Eemil Sillanpää, Halldór Kiljan Laxness y Herta Müller. Me imagino que ya adivinó la respuesta. Todos ganaron el Premio Nobel de Literatura. Apuesto que el lector común, como lo definió Virginia Woolf, podría nombrar una obra de cada uno de la primera lista. Y apuesto que el mismo lector común (un amante voraz de la literatura, el que no se va ni siquiera al baño sin un libro) tendría gran dificultad en nombrar solo una obra de la segunda lista de autores. Esto es un juego de salón, vale. Pero en el juego se ejemplifica la pregunta que da título a esta columna de opinión: ¿Para qué sirve el Premio Nobel de Literatura? Vamos a la fuente. Según el dice el testamento de Alfred Nobel el su premio en la categoría de letras es para "un autor de cualquier país en el campo de literatura el trabajo más extraordinario en una dirección ideal." Puede ser que por aquí empiezen las dificultades, porque es una definición ambigua. Pero sin duda La guerra y la paz, Ulises, Los cantos, El corazón de las tinieblas, Almuerzo desnudo, o La metamorfosis podrían ser considerados como ejemplares dignos de esta definición. O Vida, instrucciones de uso de George Perec. O hasta la obra bizarra de H.P. Lovecraft o las novelas de Philip K. Dick o Raymond Chandler e Italo Calvino, por ejemplo. Ya se discutió hasta el hastío sobre el uso político del premio de literatura. Veamos los otros premios. Obviamente el de la paz es un premio político. ¿Pero el de física? ¿El de medicina? ¿El de química? ¿Y el de economía? (...) La excelencia en la literatura es subjetiva. No podría ser de otra manera. La literatura no descubre nada. O sí: descubre la vida. La que vivimos todos, yendo al trabajo, tomando café, enterrando nuestros muertos... Los grandes escritores, premiados o no, son los que nos dan vida con su obra. Que crean con letras sobre papel un simulacro de la vida tan potente que casi se parece más a la vida que la vida misma. El problema, al fin, del Premio Nobel, es que ya nos dejó de sorprender (e, irónicamente, si hay una cualidad que comparte toda la gran literatura es aquella de sorprender). O se le otorga a una eminencia gris que se lo merece de sobra (en la lista de esta categoría que aún esperan el premio, los conocemos a todos: Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Milan Kundera, Philip Roth, Don Delillo...); o se le da a un escritor o escritora que –francamente– es de muy poca trascendencia (lo que no significa que sea mala escritora). Como es el caso este año con Herta Müler. ¿Me van a decir que Herta Müller ha escrito textos "más extraordinarios" y que van más en "una dirección ideal" que Cormac McCarthy, Thomas Pynchon, James Ellroy, Gonzalo Rojas, William T. Vollmann, Geoffrey Hill, Steven Millhauser, Jonathan Littell o –sí, también- Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y etcétera.


10 octubre, 2009

El Gatopardo, edición definitiva

Escena de El Gatopardo (1963), adaptación cinematográfica de la novela homónima de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, dirigida por Lucchino Visconti
¿Habremos leído otro Gatopardo? , se pregunta Iván Thays en su blog. Y aunque Tomassi Filipo de Lampedusa dejó escrito que: "Deseo que se haga cuanto sea posible para que se publique el Gatopardo (el manuscrito válido es el que figura en un solo cuaderno grande escrito a mano)", solo hasta el 2002 en Italia, su deseo fue cumplido. Ahora, el turno le tocó a los lectores en español. La edición definitiva de El Gatopardo que acaba de publicar Edhasa, revisa la traducción de Ricardo Pochtar de 1986 tiendo como base la edición canónica fijada en 2002. La edición definitiva de 'El Gatopardo' llega a España:

Es el El Gatopardo tal y como lo quería su autor, el príncipe siciliano Giuseppe Tomasi de Lampedusa. No hay duda, ya que dejó escrito los planes para su única novela. "Deseo que se haga cuanto sea posible para que se publique el Gatopardo (el manuscrito válido es el que figura en un solo cuaderno grande escrito a mano)". Así se lee en una carta testamentaria de mayo de 1957, que envió dos meses antes de morir de un tumor. Lo explica su sobrino e hijo adoptivo, Gioacchino Lanza Tomasi, en el prólogo de la nueva edición del clásico que acaba de publicar Edhasa, que revisa la traducción de Ricardo Pochtar de 1986 a partir de la edición canónica fijada en 2002. La gran novedad es precisamente el prólogo, en cuyas páginas Lanza Tomasi describe el periplo de la novela, que su autor nunca vio publicada. Todo comienza con el mecanoscrito de 1956, que, en vida del escritor, fue rechazado por dos de las grandes editoriales italianas, Mondadori y Einaudi. Quien sí apostó por aquella crónica de la decadencia de la aristocracia siciliana fue el novelista Giorgio Bassani, autor de El jardín de los Finzi-Contini, que publicó el texto en Feltrinelli en 1958. La versión editada con esmero por Bassani fue la oficial durante diez años, y la que leyó el cineasta Lucchino Visconti cuando en 1963 la inmortalizó en la gran pantalla. El Gatopardo, coronada como un clásico de la literatura, está ambientada en 1860, durante el desembarco en Sicilia de Garibaldi y los convulsos años de la unificación de Italia. Pero sobre todo narra el ocaso de la aristocracia (a la que pertenecía el propio Lampedusa), ante el empuje incontenible de la burguesía. Ese fue el texto oficial hasta que en 1968 el catedrático Carlos Muscetta la puso en tela de juicio. Había localizado "centenares de discrepancias -algunas notables-" entre el manuscrito final que dejó escrito Lampedusa en 1957, antes de morir, y el texto impreso. Con todo -advierte Lanza Tomasi- "no modificaban sustancialmente la obra". Así, la atención se centró en aquella la última versión del texto, que es la que el autor reconoce como "válida" en su correspondencia. Este manuscrito dio lugar a una nueva edición en 1969, que se revisó y fijó en 2002. Está considerada como la edición canónica y es la única que reedita Feltrinelli y que tiene la autorización para ser traducida. Además incorpora apéndices con fragmentos acerca de la novela descubiertos en la biblioteca del autor y entre las pertenencias de su viuda, la princesa Alessandra Wolff-Stormersee.

07 octubre, 2009

Los 80 años de El ruido y la furia

Primera edición de la novela. Fuente: manhattanrarebooks

Hoy se conmemora los 80 años de la primera de las geniales novelas de William Faulkner: El ruido y la furia. Hace un tiempo había escrito al respecto, pero hoy aparece en El País un artículo de Manuel Rodríguez Rivero donde comenta cómo Faulkner calificó a la novela como su más "espléndido fracaso (finest failure)". Entre las muchas anéctodas de la creación de la novela, quizá pueda resaltar el deseo del autor de incluir tipografía de colores para diferenciar los distintos niveles temporales; o que el manuscrito tuviera como título inicial Twilight (Crepúsculo), situación que hubiera dejado sin piso a la saga vampiresca reciente. Espléndido fracaso:

Mientras permite que un editor amigo tache, corte y pegue el manuscrito de lo que era Banderas en el polvo (1973), para hacerlo más "legible" y convertirlo en lo que será Sartoris (1929), William Faulkner (1897-1962) se sumerge en la composición de El ruido y la furia, su primera obra maestra y una de las cumbres de la literatura modernista. La termina pocos meses más tarde, después de rehacerla cinco veces y de intentar en vano que algún editor acepte introducir tipografía en colores para distinguir sus distintos niveles temporales ("La metafísica de Faulkner es una metafísica del tiempo", escribió Sartre refiriéndose a este libro). Una feliz conjunción de circunstancias propicia que el texto más "ilegible" del autor pueda ver la luz en Nueva York, en el nuevo sello de Jonathan Cape y Harrison Smith, el 7 de octubre de 1929, tres semanas antes del crash de Wall Street. Hoy conmemoramos, por tanto, su 80º aniversario. (...) Para contarnos la fase final de la historia de una familia decadente (los Compsons) en un país derrotado y roto (el Sur), Faulkner escoge tres narradores poco fiables (Benjy, Quentin, Jason) y otro objetivo, pero limitado (cercano al punto de vista de Dilsey, la sirvienta negra). En cada uno de los discursos -diferentes en lenguaje y sintaxis, pero también en sustrato cultural y signi-ficado-, marcados por la presencia fantasmal de Caddy, la hermana huida y perdida, Faulkner oculta y desvela, exigiendo del lector un esfuerzo constante (e insólito en la narrativa estadounidense, que apostaba todavía por el lector pasivo del siglo XIX) que finalmente será recompensado. Pero sólo a medias. La historia se va revelando a partir de tonos, obsesiones y subjetividades en conflicto, por lo que nunca acaba de desplegarse del todo: el juego narrativo de opacidad y transparencia no se muestra como el tour de force arbitrario de un virtuoso, sino como demanda interna del propio relato. El ruido y la furia es un puzzle de mil piezas que el lector debe montar, y en el que hasta el prólogo (la sección del "idiota" Benjy) cobra su pleno sentido si se vuelve a leer como epílogo. Es sin duda ese esfuerzo (incluyendo la relectura) que la novela exige del lector -al que Faulkner intentó en vano facilitar la tarea restituyendo el orden temporal de la historia en el célebre Apéndice Compson de 1945- lo que el autor tenía en mente cuando hablaba de "espléndido fracaso". Conozco media docena de traducciones al castellano de El ruido y la furia (la primera edición española no se publicó hasta 1972). Las dos mejores (Mariano Antolín Rato y Ana Antón-Pacheco) datan respectivamente de 1981 y 1987 (de la primera existe edición corregida en 2004). En ninguna de ellas se tienen en cuenta todas aportaciones de las ediciones críticas de Polk y Minter. Y tampoco la exhaustiva (y a menudo irritante en su prolijidad técnica) edición hipertextual (y a libre disposición online de quien quiera consultarla) de la Saskatchewan University. Quizás ha llegado el momento -ahora que la obra de Faulkner es de derecho público- de emprender una nueva traducción de esta singular obra maestra. Sólo falta quien se atreva.