20 abril, 2008

La Chascona y La Sebastiana

En el suplemento El Dominical, Lewis Mejía hace una crónica sobre las casas Pablo Neruda. "La Chascona y La Sebastiana son dos de las tres casas -la otra es Isla Negra- que habitó el premio Nobel de la Literatura de 1971". A continuación extractos de la crónica:

La Chascona y La Sebastiana son dos de las tres casas -la otra es Isla Negra- que habitó el premio Nobel de la Literatura de 1971 en varios momentos de su vida. Se tratan de edificaciones muy singulares por su arquitectura y por los materiales empleados, con pisos ascendentes que prodigan una sensación de movimiento, y en donde abundan la madera y el cristal, junto a una serie de artículos personales que reflejan la personalidad creativa y juguetona del autor de Canto general.

EN LA SEBASTIANA

Valparaíso, puerto de enorme dinamismo comercial, amplias avenidas, fresco viento marino, y gentes siempre apuradas, acoge un cerrillo circundante donde se yergue La Sebastiana. Según cuenta la historia, Neruda siempre quiso tener una casa en este lugar, como una atalaya o faro sobre el Pacífico Sur que le inspirara en sus creaciones.


"Siento el cansancio de Santiago. Quiero hallar en Valparaíso una casita para vivir y escribir tranquilo. Tiene que poseer algunas condiciones. No puede estar ni muy arriba ni muy abajo. Debe ser solitaria, pero no en exceso. Vecinos, ojala invisibles. No deben verse ni escucharse. Original, pero no incómoda. Muy alada, pero firme. Ni muy grande ni muy chica. Lejos de todo pero cerca de la movilización. Independiente, pero con comercio cerca. Además tiene que ser muy barata. ¿Crees que podré encontrar una casa así en Valparaíso?".

DESDE LA CHASCONA

El silencio de La Sebastiana contrasta vivamente con el cantar de los pájaros, el ruido del agua y el paso de los autos cercanos a La Chascona. Estamos en Santiago de Chile, en el bohemio barrio de Bellavista, ascendiendo hacia esta otra residencia cuyo nombre, aclararemos, proviene de la lengua quechua y significa 'despeinada'. La tradición cuenta que era el cariñoso apelativo para Matilde Urrutia, su última esposa.

A la muerte de Neruda, esta casa fue atacada por vándalos, opositores políticos, e inundada por su propio canal. A pesar de su estado, fue escenario del velatorio del poeta y desde aquí salió el cortejo fúnebre hacia el cementerio


Más: [tribunalatina] Las casas de Pablo Neruda

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