09 noviembre, 2008

Savater: He tenido buena suerte. Todavía sigo vivo

Fernando Savater. Fuente: elcomercio

Fernando Savater quien acaba de ganar el Premio Planeta de Novela por su obra "La hermandad de la buena suerte", un libro que, rompiendo con el grueso de su obra, se concentra en la aventura más que en la metafísica; dio una entrevista para El Comercio. El también filósofo habla sobre la vida, su reciente obra y la política. Para apostar por la aventura:

"La hermandad de la buena suerte" habla, por supuesto, y valga la redundancia, de la suerte. ¿Cree en la buena y en la mala suerte?
Creo en la suerte. Creo que a todos nos toca nuestra suerte, y nosotros la convertimos en buena o mala, con nuestro empeño, nuestro trabajo, nuestra dedicación.

Han dicho que su novela es detectivesca, de aventuras, etcétera. ¿Cómo la define?
Es una novela de aventuras, con intriga, con peripecias, con un cierto enigma.

Y con metafísica
Hay una dosis minúscula de metafísica. Hay gotas de ese ingrediente que pueden hacer pensar al lector a la par que lo divierte y hace que se la pase bien leyendo la novela.

¿Se siente identificado con algún personaje de la novela?
Si me tengo que sentir identificado con algún protagonista, ese es el caballo porque ese es el que más se parece a mí. Los otros son todos subproductos.

¿Por qué con el caballo?
Porque es un gran caballo que ha ganado una gran carrera y ha perdido otra carrera decisiva, y ahora ya no se sabe si va a ganar o perder. Yo siempre me siento así.

¿Qué carreras ha perdido?
No todas se pueden decir. Las más importantes de la vida no se pueden comentar.

¿Qué le animó a escribir esta obra?
En los últimos quince años he procurado alternar obras filosóficas, que son el grueso de mi trabajo, con alguna obra literaria que me sirve para limpiar un poco. Tenía esto rondando por la cabeza. Durante un par de años, sobre todo el año pasado, cuando llegaba el Planeta todo el mundo me daba como ganador, aunque ni siquiera había escrito ni presentado nada. Yo decía que si quedo finalista sin haber presentado ninguna novela, entonces cuando la presente gano seguro.

¿Qué ha significado el Premio Planeta para usted? ¿Ha sido un poco de oxígeno en un año complicado, en el que ha apoyado a un nuevo partido político y ha batallado por la defensa del castellano, por ejemplo?
La novela fue en sí misma una recompensa porque me sacaba de la monotonía; escribirla fue como estar permanentemente en un balneario, de vacaciones. El premio ha sido la guinda del pastel. Lo que espero del premio es que me consiga lectores que no piensen en mí sino que quieran leer el libro. Y es que mis lectores habituales lo primero que hacen es verme a mí. Luego ya lo que hago les importa menos, y saben que todo lo que hago les va a parecer bien o que todo lo que hago les va a parecer mal porque, de alguna manera, tapo las cosas que hago. Quisiera que un lector cogiera la novela, no supiera nada de mí, le importara un pimiento y dijera "me gusta" o "no me gusta" sin tener nada que ver conmigo, y creo que eso es algo que el Premio Planeta me lo puede conseguir.

¿Cómo fue la experiencia de estar al lado de Vargas Llosa como finalista?
Fue una gran alegría. A Mario lo tenía en un altar, como es lógico, como referente de mi generación y de otras. Yo antes lo había saludado un par de veces y, de pronto, durante los quince días que dura la gira de presentación del Premio Planeta, estar con él a todas horas, a la hora del desayuno, del almuerzo, poder charlar con él de todo, fue como hacer un máster. Yo estaba encantado.

¿Mantiene su militancia política? (Savater, junto a Vargas Llosa, es impulsor del partido UPD, Unión, Progreso y Democracia.)
Un ciudadano nunca dimite en una democracia. Puedes estar en primera fila o una fila más atrás, pero como ciudadano no voy a dimitir nunca de mi papel político.

¿En qué va a invertir los 601.000 euros con los que está dotado el premio?
Eso lo decide mi esposa. Ella es la que administra; lo hace mucho mejor que yo.
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