15 octubre, 2008

Vargas Llosa explica

Mario Vargas Llosa. Foto: Daniel Mordzinski. Fuente: notasmoleskine

El escritor Mario Vargas Llosa vuela la próxima semana al Congo para documentarse en el terreno sobre la novela que prepara actualmente y que lleva el título provisional de El Sueño del Celta.Como es sabido, el protagonista es Roger Casement, "un irlandés que fue la primera persona que conoció el novelista Joseph Conrad al llegar a ese país africano y que estuvo también en la Amazonía peruana y murió ahorcado como traidor al imperio británico", explica el escritor."Le ahorcaron porque estaba abasteciendo con armas alemanas para el 'Easter Rising' (Alzamiento de Pascua: 1916) de los independentistas irlandeses", agrega el novelista, que dice llevar trabajando un año en esa obra "de gran aliento". La nota lo explica:

Vargas Llosa se encuentra en Londres para pronunciar esta tarde una conferencia en el King's College, del que fue profesor en los años sesenta, época que dice recordar con nostalgia: "Eran años en que Londres era un imán para los jóvenes por su revolución en la música y el atuendo".En ese centro, el autor de La Ciudad y los Perros, entre otras grandes novelas, hablará, según explica, de la manera en que "la ficción y la historia han estado íntimamente confundidas en América Latina"."Ello tuvo efectos muy positivos desde un punto de vista estético, aunque catastróficos desde el de la política, donde el realismo es preferible a la ficción", indica.

"Estoy a favor de la ficción, pero no en la economía" dijo Mario Vargas Llosa en Londres, refiriéndose explícitamente a aquellos que aseguran que los efectos de la crisis económica mundial apenas si serán sentidos en América Latina. En una extensa nota de EFE que reproduce el suplemento ADN Cultura.

"Estamos viviendo un momento neurálgico. No sabemos qué viene, pero el mundo a partir de ahora será diferente del que hemos vivido. Se han esclarecido conceptos y sabemos qué es la globalización por sus desastrosas consecuencias", señala el autor de "Conversación en la Catedral". "Esto debería ser una llamada de atención para una mayor responsabilidad y colaboración entre gobiernos y empresas, pues las consecuencias pueden ser catastróficas tanto para los países directamente implicados como para el resto del planeta", agrega el novelista peruano. "En Londres parece que todo transcurre con tranquilidad. Es algo que me recuerda - dice el escritor- la obra ´Travesties´, del dramaturgo Tom Stoppard, sobre el antiguo empleado de un consulado británico de Zúrich que recuerda de viejecito cómo Lenin, Tristan Tzara y James Joyce (tres personajes que revolucionaron la política, la literatura y el arte) vivieron en esa ciudad suiza sin que nadie se percatara entonces". Según el escritor, "no se sabe cuántos son los responsables, ni dónde está la mayor responsabilidad", pero ésta "es enorme por parte de las empresas, de los bancos, de las agencias reguladoras y de los gobiernos".(...)Vargas Llosa teme al mismo tiempo los efectos de la crisis sobre la cultura porque -dice- "la gente no puede dejar de comer, pero sí de leer, ir al teatro y los conciertos. La vida cultural se va a resentir y no sólo en el Primer Mundo".

Por otro lado, señala de modo general que en América Latina "la ficción atraviesa un buen momento" hasta el punto de que "es difícil seguir la actualidad dado el gran número de jóvenes narradores, poetas y ensayistas" que hay.

"Además se han multiplicado las editoriales en el continente, y no sólo se trata ya de subsidiarias de editoriales españolas. Ha habido un progreso considerable", señala el novelista."Cuando yo era joven -recuerda-, encontrar a un editor era dificilísimo, pero hoy un joven con talento lo encuentra fácilmente y no tiene que pasar el calvario de hace treinta o cuarenta años"."Además -agrega- ha crecido el público lector, y hay cada vez más ferias de libros, desde la de Guadalajara, la más grande del mundo, que no tiene un aspecto sólo comercial, sino una gran actividad cultural y literaria, con semanarios y conferencias, hasta la de Cartagena de Indias (Colombia), Buenos Aires o Perú, no sólo en Lima sino también en Trujillo".

Sobre el fenómeno del internet y los blog dice:

Vargas Llosa afirma que no ha funcionado de momento la literatura en la red: "El público se aferra al papel y me alegro. Yo no podría leer una novela, y mucho menos un poema, en internet".Pero si llega a imponerse alguna vez, "será una literatura que se escriba de otra manera. Como las cartas que se escriben en internet son distintas de las tradicionales", dice el novelista, quien no cree, sin embargo, a diferencia del crítico y teórico Georg Steiner, que vaya a acabarse la buena literatura.(...)Preguntado por el fenómeno de los blogs, el novelista explica que hay en él "luces y sombras": Por un lado han permitido la participación del público en la comunicación, lo que es muy positivo, pero los blogs "se prestan a manipulación y confusión" y no hay "control o vigilancia que puedan evitarlo".

Finalmente, se mostró en desacuerdo con las últimas declaraciones del secretario de la Academia Sueca, Horace Engdhal, según el cual Estados Unidos es demasiado insular, lo que se refleja en su literatura.

"Hay escritores norteamericanos que pasan las fronteras y tienen por ejemplo en España un gran público. Basta mencionar a Paul Auster, que tiene muchos lectores y ha influido en los jóvenes escritores", señala el novelista peruano, quien reconoce que no hay actualmente una generación como la de Faulkner, Dos Passos o Scott Fitzgerald, pero eso "no ocurre sólo en Estados Unidos", dice.

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