09 octubre, 2008

Nobel de Literatura 2008: Jean-Marie Gustave Le Clézio

JM Le Clezio. Fuente: rtve.es

El Premio Nobel de Literatura 2008 ya tiene dueño, es el francés Jean-Marie Gustave Le Clézio. Como dice el escritor Iván Thays en su blog: "no es un desconocido pero sí una `carta bajo la manga´". Le Clézio (Niza, 1940) “siempre estuvo al margen de grupos, escuelas y tendencias. Este novelista, narrador y ensayista fue educado en la cultura francesa, y es un agudo conocedor de la literatura anglosajona. A los 23 años obtuvo el premio Renaudot por su novela Le Procès-verbal . Su obra incluye más de 40 títulos entre novelas, ensayos y relatos, que se hacen eco de sus inquietudes ecológicas, de su rebelión contra la intolerancia del pensamiento racionalista occidental, y de su fascinación por el mundo indígena americano. La crítica no ha podido encasillarlo en una línea particular. En 1980, Le Clézio, fue el primer escritor en recibir el premio Morand por el conjunto de su obra. En 1994, fue elegido como el más importante escritor contemporáneo de habla francesa”. De todas maneras, lo peculiar, es que hace unos días el secretario … dijo que la Literatura norteamericana era insular y que Europa continuaba siendo el referente y justo el premio es para un francés, cosas de la academia. La nota lo explica:

"(Nos decidimos) por Le Clézio porque es un "escritor de la ruptura, la aventura poética y el éxtasis sensual. Es un explorador de la humanidad más allá y por debajo de la civilización reinante", explicaron las autoridades del Comité Nobel desde Estocolmo. Con sus novelas críticas con la civilización y en parte autobiográficas en torno a mundos hundidos y alejados, J.M.G. Le Clézio, de 68 años, se convirtió en uno de los escritores más significativos de la actualidad. Entre las obras más destacadas del autor nacido el 13 de abril de 1940 en Niza figuran El africano (2004), Onitsha (1991), y la espléndida novela Urania (2006) Ecuador (1929). Hijo de una francesa y un médico inglés, que en parte trabajó para el gobierno británico en Nigeria, estudió literatura y tras terminar sus estudios dio clases en Bristol, Londres y Aix en Provence. Le Clézio se mostró hoy "conmovido y agradecido" por haber sido distinguido con el Premio Nobel de Literatura. La llamada con la noticia de Estocolmo la atendió su mujer, mientras él estaba escribiendo. Le Clézio, el décimocuarto francés en quedarse con el Nobel, sonaba relajado y tranquilo durante la entrevista radial y confirmó que acudirá a la entrega del premio el 10 de diciembre en la capital sueca. En los últimos años, tres de cuatro ganadores no acudieron a la ceremonia por enfermedad. "Para un escritor es importante ser leído, recibir reacciones", añadió. Y" un premio es una respuesta", señaló. En su discurso de agradecimiento en Estocolmo, trascendió que Le Clézio tiene previsto hacer referencia a las dificultades a que se enfrentan hoy los autores jóvenes para ser publicados. "Hay que golpear puertas constantemente y uno se choca contra la pared", agregó. Una solución, dijo, sería abolir los impuestos sobre los libros. "Los libros no deberían pagar impuestos". Escribir novelas es para él como meterse en una segunda piel. "Uno cambia de personaje, de sexo", comentó. "Sólo escribo novelas porque no estoy en condiciones de escribir mis recuerdos. Contemplar mi vida y considerar que puede ser de interés me da un poco de vergüenza".

Así escribe:

Imagina dónde estás, en este momento. Imagina quién eres.

Eres simplemente una cámara oscura cuyo diafragma se abre a la negrura de la noche. Tu cámara es un fragmento de lava lanzado al espacio, y ese fragmento de lava es llevado en un círculo alrededor de una estrella cuya potencia es tal que ningún cuerpo en su vecindad puede escapar a su atracción. La estrella misma huye en el vacío a una velocidad incalculable, hacia un destino que no conoceremos jamás, forma parte de un lago de otros soles que conforma la galaxia, que se aleja de los otros lagos, de las otras Vías Lácteas, cada una hacia un punto del espacio a una velocidad incalculable, y cada uno de esos soles, cada una de esas Vías Lácteas están tan lejos que aun si los miráramos durante mil años nos parecerían inmóviles. Imagina todo eso. Mira el cielo. Los lagos de estrellas, los soles, las nebulosas, los cúmulos, las nubes, los racimos de escarcha adheridos a los cometas. Piensa en el cortejo de los astros y de sus satélites, Júpiter, Saturno, Marte, Venus, Mercurio. Piensa que todo lo que acabo de decirte pasa por ese orificio minúsculo de tu pupila, un rayo tan fino como uno de tus cabellos, que entra en la cúpula de tu cráneo, en la casa de tu cuerpo, en el tiempo de tu vida tan breve, de tu tiempo que no dura más que la cigarra que escuchas en el mismo instante, colgada de la rama del algodonero, que adivina el mundo con un solo grito. Imagina que esta noche es la más larga de tu vida. Déjate arrastrar a otro mundo, adivínalo a la manera de la cigarra, por los poros de tu piel, no solamente con las cámaras oscuras de tus ojos, sino con todo tu cuerpo. Respíralo, bébelo. Si crees saber algo, olvídalo.

(Fragmento de Urania, El cuenco de plata, 2007.)

Le Clézio en español (en Lima lo edita Tusquets):

-Etoile errante (Cátedra España)
-El atestado (Cátedra, España)
-El Pez dorado (Tusquets, España)
-La cuarentena (Tusquets, España)
-El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido (Fondo de Cultura, México)
-Diego y Frida (Diana, México)
-Desierto (Debate, España)
-Urania (Cuenco de plata, Argentina)
-El africano (Adriana Hidalgo, Argentina)

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