La esposa del de Cabrera Infante, Miriam Gómez, y Mario Vargas Llosa, durante la presentación de la nueva vieja novela del autor cubano fallecido en 2005.Fuente: revistañ
Guillermo Cabrera Infante no dejó de escribir hasta casi el final de su vida y, de los inéditos que dejó, su viuda acaba de rescatar La ninfa inconstante, una novela que está "a la altura de las obras maestras" del escritor cubano y que vuelve a demostrar su capacidad para crear un lenguaje poético difícil de clasificar.La nota lo explica(ver video):
"La ninfa inconstante es puro Guillermo, porque la enfermedad le impidió retocarla", señaló este viernes en declaraciones a la agencia EFE Miriam Gómez, la viuda del genial escritor cubano Guillermo Cabrera Infante.Editado en España por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, el mismo sello que en 2009 comenzará a publicar las Obras Completas del novelista nacido en la isla caribeña , uno de los más importantes de su generación. Todavía no se conoce ni el sello por el que será publicado en Argentina.A la presentación de la obra acudieron varios escritores, entre ellos Mario Vargas Llosa, "muy amigo" del autor de Tres tristes tigres y Puro humo, al que quiso y admiró "mucho como escritor y ensayista", según reveló el autor peruano.Pero Cabrera Infante, que murió en 2005, tenía siempre su casa de Londres "abierta para todo el mundo" y hasta allí se acercaban "jóvenes escritores, que son los que sostuvieron a Guillermo durante todos esos años terribles" en que el novelista se sentía rechazado por su país de origen, afirmó Miriam Gómez.Como explicaba su viuda, Cabrera Infante "se dio cuenta de que había un hueco" entre Tres tristes tigres y La Habana para un infante difunto y lo llenó con esta nueva vieja novela."Pero, qué mejor trabajo que ver publicado todo eso que dejó, porque así compruebo que Guillermo está más vivo que nunca", dijo Gómez, tras asegurar que no ha tocado "ni una palabra" de lo que escribió su difunto marido."Guillermo hace poesía en la prosa y no se le puede tocar nada", comentó.La actriz cubana está ilusionada con "el gran número de inéditos" que hay de su marido, entre ellos novelas como "Cuerpos divinos" y "Mapa dibujado por un espía", en las que ya trabaja.En el prólogo de La ninfa inconstante, Cabrera Infante deja claro que no le interesaba "eliminar y mucho menos cambiar" su pasado, y gracias a "la máquina del tiempo" que es la memoria, el escritor puede volver a vivir "ese tiempo infeliz, feliz a veces".En su novela póstuma recupera La Habana de hace varias décadas, esa ciudad "que siempre fue vieja y siempre vedada", y que el novelista revive "en tiempo presente, no con la pátina del recuerdo enmohecido", tal y como aseguró el cineasta y escritor David Trueba, "discípulo" de Cabrera Infante.Para Molina Foix, "gran amigo" de Cabrera Infante, la novela "es una revalidación de lo mejor del autor " y "está a la altura de sus obras maestras". Para Vargas Llosa, que aún no leyó la flamante obra "es una gran alegría" saber que ha dejado una novela "magnífica y terminada", que enriquece "una de las obras más creativas de la lengua" de los últimos años
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