El domingo, la sección Cultural del diario La República le hizo un extenso reportaje a Oswaldo Reynoso, en ocasión de que el mes de octubre (el mes morado) recuerda su novela más célebre En Octubre no hay milagros. En la entrevista, Oswaldo comenta su próxima novela (pude leer un adelanto en un suplemento que regalaron en la FIL del año pasado y la novela promete):
Una novela en tres tiempos. Comienzos de la década del 60, ubicada en Huamanga. El otro momento temporal es la década del 90 y el tercer tiempo es el momento en que escribo. Esos tres tiempos se van entrecruzando, pero yo no soy un escritor de planificación de novelas sino de pulsaciones internas... Actualmente he escrito 300 páginas de esta novela que se titula provisionalmente Huamanga, Huamanga (...) Ahora ya me he salido de todo. Escribo fragmentos y fragmentos de no sé qué será, ya no hay novela (...) Al comienzo, me impresionó la frase de André Gide en el último libro en el que dice que va a cumplir 80 años, que ya no tiene la suficiente fuerza para escribir una novela y que lo único que le queda es escribir lo que salga.No es que tema [al agotamiento], sino simplemente ya no hay, pues. No soy eterno. Entonces me impresionaron esas frases de Gide y comencé a escribir los recuerdos de Huamanga. Pero me tranqué, no pude seguir. Y recordé a Proust. Proust dice que el tiempo todo lo destruye, el tiempo lo borra todo y lo único que hay que poner frente a esta destrucción del tiempo es el recuerdo, la memoria. En ese momento la novela toma otro giro, en estructura y en todo, tiene mucho de videoclip y de diario.
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