18 septiembre, 2008

La migraña que los separó

Almodóvar y Auster juntos en el 2006, celebrando el Príncipe de Asturias del novelista más famoso de Brooklyn.Fuente: revistañ

El martes pasado, el cineasta español Pedro Almodóvar reveló en su cuaderno en Internet que las migrañas le impidieron el pasado año escribir un guión con Paul Auster, un proyecto del que ambos habían hablado en 2006. La nota lo explica:

Ese año ambos coincidieron en Oviedo, en el norte de España, para recibir sus respectivos premios Príncipe de Asturias.El cineasta cuenta su colaboración frustrada con el escritor estadounidense en un texto titulado Fabular en la oscuridad, en el que establece un paralelismo entre su última película, Los abrazos rotos, en proceso de montaje, y la nueva novela de Auster, Un hombre en la oscuridad.Almodóvar explica que en Los abrazos rotos hay un personaje ciego para el que escribió una secuencia que transcurre en un restaurante en el que los clientes comen y beben a oscuras.El director señala que el origen del guión de su película se halla en "las largas horas de oscuridad" que vivió en su habitación cuando estaba aquejado de migrañas."Durante meses sólo disponía de dolor, oscuridad e imaginación", recuerda.Así surgió el personaje que interpreta Lluís Homar, "un escritor que ha perdido la vista en un accidente y que movido por la desesperación y el hastío empieza a inventar historias", según lo define Almodóvar.El cineasta compara este personaje con el protagonista de la novela de Auster, que es un hombre inmovilizado en la cama por un accidente que para luchar contra el insomnio y la soledad se reinventa la historia de Estados Unidos.Cuando acudió a Oviedo a recoger su premio Almodóvar planeaba recuperar el guión de La piel que habito, que era por entonces su "hipotética" próxima película, y pensaba que le vendría bien escribirlo con alguien."Auster me parecía el escritor adecuado", afirma Almodóvar, quien después de compartir "muchas situaciones" con el novelista durante su estancia en Oviedo, decidió consultarle sobre la posibilidad de escribir un guión juntos."Por su programa de trabajo -recuerda- me dijo que le venía bien, yo pensaba llevarlo a cabo tres o cuatro meses después, y no me importaba ir a Nueva York".Pero los planes se frustraron cuando en enero de 2007 Almodóvar decidió someterse a un tratamiento para afrontar el problema de sus dolores que cabeza, que habían ido en aumento en los meses anteriores."Durante el primer semestre del 2007 vivo atrapado por las cefaleas y los tratamientos. No puedo ir a Nueva York ni escribir con Paul Auster", explica.Almodóvar descubrió, tras leer la última novela de Auster, que "cada uno por su lado" había escrito "sendas historias sobre narradores en la oscuridad", y califica la situación de "típicamente austeriana".

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