Hoy se cumplen 35 años de la muerte de Pablo Neruda, y en versos del poeta recordamos: "Tengo lista mi muerte, como un traje/que me espera, del color que amo,/de la extensión que busqué inútilmente, /de la profundidad que necesito". Hoy en El Comercio,Gonzalo Galarza Cerf, hace una semblanza del poeta y de su relación con el Perú. La nota lo explica:
Hubo un día, entre tantos en la vida de Pablo Neruda, que llegó al Perú y su presencia desbordó en entusiasmo y conmocionó como en sus mejores poemas a los peruanos en medio de un año funesto para el país. Hubo una noche en la que cientos de personas que asistieron a su recital vieron en el vate chileno a esa figura endiosada de las letras tan cerca, tan nasal, tan hipnótica. Ese día, 10 de julio de 1970, casi mes y medio después del terremoto del 31 de mayo que acabó con la vida de unos setenta mil peruanos y que tatuó el dolor en el sentir de un país, arribó a la capital Pablo Neruda para ofrecer un recital en beneficio de los damnificados. Veinticuatro horas después, el vate estaba en el auditorio del colegio Santa Úrsula junto con Antonio Cornejo Polar, director de la Casa de la Cultura del Perú, entidad organizadora del evento."() viene a nosotros con fraternal y sencillo gesto, espontáneamente, a compartir nuestro dolor y alentar a nuestra esperanza. Que una sola palabra exprese el sentimiento de los peruanos: gracias, Pablo Neruda", exclamó Cornejo Polar ante un público que había superado la capacidad del salón, tal como lo registró El Comercio en la edición del día siguiente. Un evento donde el total de la recaudación iba a ser donado a las víctimas del sismo de 7,8 grados en la escala de Richter, una medición que no reflejaba lo ocurrido en el Callejón de Huaylas. Esa noche, el poeta se olvidó del cansancio "de los pies y de la cabeza" --tal como dijo a su llegada junto a su esposa Matilde Urrutia--, y declamó 14 poemas, una síntesis de su prolífica obra cuyos versos están estrechamente ligados al Perú. Ricardo Neftalí Reyes Basoalto, verdadero nombre del premio Nobel de Literatura nacido en Parral el 12 de julio de 1904, recitó sus odas a Túpac Amaru y a César Vallejo. Luego apuntó a la poesía social y leyó "Vietnam" y "Bailando con los negros". La cita concluyó con los versos de "Machu Picchu". Casi cuatro décadas después, el poeta Jorge Eslava cuenta que cuando se evocaba la visita de grandes vates como Giuseppe Ungaretti o Pedro Salinas, se mencionaba también la venida de Pablo Neruda: "Fue conmocionante, casi como lo que ocurre en la película 'El Cartero de Neruda'; por sus poemas de amor, que es por lo que más ha destacado él". El autor de "Odas elementales" había estado cuatro años antes, en 1966, para recitar sus poemas y hablar ante numerosos universitarios ávidos por estar cerca del vate. "La gente lo rodea con una mezcla de temor y atrevimiento: están ante el genio, quieren hablarle, llevarse el autógrafo, convocar en él algún recuerdo, sencillamente escucharlo", detalló José Miguel Oviedo en El Dominical de esa época. Las razones del delirio por el premio Nobel obedecen a esas dos vertientes magnéticas de Neruda, como las ha llamado Eslava. "Por un lado, está el poeta de la poesía amorosa, muy vinculado a la sensibilidad femenina; y por otro, la vertiente política, más cercana al fervor masculino", explica. Por eso "la misma tarde de su arribo tomó contacto con el público mediante un recital en el Teatro Municipal que concitó enorme interés". Por eso en Arequipa hubo "un nutrido público que repletó el Teatro Municipal y aplaudió de pie al laureado poeta de América...". Esa vez, Neruda recibió la Orden El Sol del Perú por su "Canto a Machu Picchu", condecoración oficial que promovió la Asociación Nacional de Escritores y Artistas presidida por Ciro Alegría. Esa vez, Neruda tenía 62 años y ya era inmortal, aunque faltasen 7 más para despedirse de este mundo víctima de un cáncer, el 23 de setiembre de 1973, cerca del mar infinito de Isla Negra, lugar donde eligió descansar para siempre.
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