Fuente: elcomercio
Günter Gras parece que no ha terminado de contar su vida y su obra. El escritor alemán "no descarta completar el ciclo autobiográfico que comenzó con "Pelando la cebolla", que continuó con "Die Box", presentado en Hamburgo, y que seguiría con un tercer libro que daría cuenta del origen de sus libros y del proceso creativo que llevó a su creación". La nota lo explica:
En "Die Box" --explicó Grass durante la presentación-- eso era algo que no cabía debido a la perspectiva narrativa que había escogido (la historia la cuentan sus hijos), pero señaló que algo ha quedado latiendo en él y que "tal vez venga un tercer libro". La presentación, en el teatro Thalia de Hamburgo, que estaba completamente lleno, estuvo precedida por una gran expectación, pues Grass no había concedido ninguna entrevista sobre "Die Box" y la editorial Steidl incluso había sacado el texto a las librerías antes de lo esperado. También la discusión en torno de "Pelando la cebolla", libro en el que Grass evoca críticamente su pasado de joven nazi y revela haber formado parte de la SS, pesaba sobre "Die Box". De hecho dos personas intentaron sabotear la presentación y, en el comienzo del acto, desplegaron desde dos palcos afiches que mostraban a Grass vestido de soldado del Tercer Reich. "Cincuenta años de prosa como cortina de humo", decían los afiches. "¿Viven ustedes desde hace tanto tiempo?", les preguntó Grass, sin perder la tranquilidad, para luego invitarlos a sentarse y oír la lectura. Luego, siguió el programa, que alternaba lecturas de pasajes del libro y momentos de diálogo entre Grass y un moderador sobre discusiones que ya se habían dado respecto del libro que oscila entre lo fantástico y lo autobiográfico. "Nunca soy tan preciso para reflejar la realidad como cuando miento", dijo Grass cuando se le señaló que en su libro abundaban elementos propios de cuento de hadas. Grass recordó cómo para él el cuento de hadas había sido siempre algo tentador y que se trataba de un género que muchas veces reflejaba hondos dramas sociales. El ejemplo que utilizó fue "Hansel y Gretel", relato que representa la hambruna a la que llevó la Guerra de los Treinta Años y a su consecuente canibalismo. Grass reiteró su desconfianza ante el género autobiográfico, que solo había podido superar en "Pelando la cebolla" con el recurso de la tercera persona y en "Die Box" al poner la historia en boca de sus hijos, a quienes les cambió los nombres. Las nueve reuniones con sus hijos e hijastros, a través de quienes se cuenta la vida del escritor desde cuando publicó "El tambor de hojalata" hasta 1990, son inventadas: todo lo que dicen lo puso el escritor en sus bocas, lo que al parecer algunos no tomaron del todo bien cuando leyeron la primera versión. Hasta el momento, la crítica no es unánime con respecto al libro. Mientras la revista "Der Spiegel" ha calificado "Die Box" como el libro más flojo de Grass, la revista "Focus" lo considera el mejor que ha escrito.
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