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30 junio, 2008
A los 30 años de "Apocalipsis ahora"
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El alumno Vargas Llosa

"Las mil noches y una noche" de Vargas Llosa

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29 junio, 2008
Conrad, Vargas Llosa, Casament

Józef Teodor Konrad Korzeniowski (1857-1924), hijo de un revolucionario polaco, nació en Polonia (actualmente Ucrania). Ingresó a la Marina mercante inglesa, le otorgaron el certificado de patrón de buque y obtuvo la nacionalidad británica en 1886; al cabo de unos años cambió su nombre para que sonara más inglés. Durante la década siguiente navegó mucho, sobre todo por Oriente.
Joseph Conrad, fue un escritor tardío, es cierto. Sin embargo, y lo confirman estudiosos, sin esa experiencia como marinero, jamás hubiera escrito El corazón de las tinieblas. La experiencia, especialmente en el archipiélago malayo y en el río Congo durante 1890, fue determinante. Su edad, acaso la indicada, fue la necesaria para elaborar una de las narraciones más logradas del siglo XX.
Luego de leer El corazón …, tomé el ensayo que MVLL hace sobre la novela, titulado Las raíces de lo humano, en La verdad de las mentiras (2002). El ensayo, un justo alegato a la novela, contrasta el viaje del marinero Conrad por el río Congo en 1890, con un hecho completamente repudiable que a su vez aparece en la novela: la explotación de marfil; que originó el exterminio de gran parte de la población del Estado Libre del Congo (hoy República Democrática del Congo).
¿Quién realizó esas matanzas? Leopoldo II, rey de los belgas. ¿Por qué? Por inenarrable ambición. Leopoldo II instauró el terror en el Estado Libre del Congo, y arrasó con todo aquel que no le sirviera. Desde 1885 hasta 1906, tiempo que duró aquella ola genocida, no solo exterminó con gran parte de la población sino también, y era lo que le interesaba, con la riqueza. Pero, ¿por qué nadie le reclamó y enjuició por sus abusos? En su ensayo Vargas Llosa lo explica: “Leopoldo II fue una indecencia humana, pero culta, inteligente y creativa. Planeó su operación congolesa como una gran empresa económica-política, destinada a hacer de él un monarca que, al mismo tiempo, sería un poderosísimo hombre de negocios, dotado de una fortuna y una estructura industrial y comercial tan vasta que le permitía influir en la vida política y el desarrollo del resto del mundo”. Fue “un astuto estratega de las relaciones públicas. Invirtió importantes sumas sobornando a periodistas, políticos, funcionarios, militares, cabilderos, religiosos de tres continentes, para edificar una gigantesca cortina de humo encaminada a hacer creer al mundo que su aventura congolesa tenía una finalidad humanitaria y cristiana: salvar a los congoleses de los traficantes árabes de esclavos que saqueaban sus aldeas. (…) Durante buen número de años, esta propaganda goebbelsiana* tuvo efecto. Leopoldo II fue condecorado, bañado en incienso religioso y periodístico, y considerado un redentor de los negros.”
Conrad decide, en 1890, al no hallar un puesto adecuado para su rango en Inglaterra, firmar en Bruselas un contrato con “uno de los tentáculos de la Compañía de Leopoldo II, la Société Anonyme Belge para el comercio en el Alto Congo”. En aquel trabajo, el cual había previsto mantener durante tres años y sólo duró poco más de seis meses, Conrad fue testigo de las atrocidades que Leopoldo II perpetraba. Como el marinero Marlow, de la novela, Conrad se sumergió en las tinieblas, siendo estas tan espeluznantes que lo hicieron desistir de aquella empresa.
¿Y dónde queda el tercer hombre de nuestro título? El irlandés Roger Casement (1864-1916), junto al belga Morel, fueron activistas que “a base de una audacia y perseverancia formidables, consiguieron movilizar a la opinión pública internacional contra las carnicerías congolesas de Leopoldo II”. Casement tras desempeñarse en diversos cargos en el servicio exterior británico en distintos lugares de África desde 1892 hasta 1903, retornó a Inglaterra para presentar al Ministerio de Asuntos Exteriores los resultados de un estudio realizado a lo largo de dos años sobre el trato inhumano que recibía la población nativa del Estado Libre del Congo, en aquel tiempo propiedad personal de Leopoldo II. La opinión pública, al conocer los hechos, condenó las acciones e hizo que Leopoldo II renunciara al Congo y lo cediera al Estado belga.
Casament conoció a Conrad en 1890 cuando, este último, había llegado a Matadi (África) para enrolarse como capitán de un vaporcito de la empresa de Leopoldo II, y el primero, permanecía como investigador de los abusos de la Compañía belga. Según Vargas Llosa, Conrad “conoció al justiciero irlandés Roger Casament, con quien convivió un par de semanas, y de quién dejó escrito en su diario que, entre todas las personas que había conocido en su estancia congolesa, era la que más admiraba. Sin duda, a través de Casament recibió informes detallados sobre otros horrores que allá ocurrían, además de los que saltaban a la vista.”
Entonces, VLL queda como el que nos acerca a ambos hombres profundamente humanos. Cerca.
En el ensayo citado, acaso eje desencadenador de este escrito, MVLL expresa su admiración por las acciones pro-humanitarias de Casament y Morel con las siguientes palabras: “Ambos merecerían los honores de una gran novela”. Al leer esas palabras, encontré el eslabón que me faltaba para conformar la tríada que titula este post.
Al conocer que MVLL está elaborando una novela sobre Casament, es más fácil entender, que deseaba desde hacía años rendir honores a ambos “justiciero[s]”; por lo pronto y de lo que se sabe, ha empezado con Casament. Si incluye a Morel o el encuentro de Casament con Conrad, no lo sabemos. Pero de todas formas, la tríada deja al centro a Vargas LLosa, pues es él quien pretende develar la oscuridad de aquellos años de barbarie, inopia e injusticia; para que no queden en el olvido que hoy los envuelven, y acaso, como el marinero Marlow, o el marinero Conrad, penetrará en aquel río de infamia, hasta llegar al mismo centro, al corazón de las tinieblas. ¿Lo hará? Esperaremos la novela.
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* Por Joseph Paul Goebbels (1897-1945) Político alemán. En 1929 fue jefe de Propaganda del partido nazi, cargo desde el cual promovió una campaña de odio irracional a los judíos y a otros grupos 'no arios', tales como los eslavos. Su labor propagandística contribuyó a incrementar el poder de Hitler en 1933. (N. del A.)
27 junio, 2008
Nuestra videoteca
Abren este espacio dos entrevistas a dos grandes: una a Jorge Luis Borges y la otra a Vladimir Nabokov. ¡Disfrútenlo!
25 junio, 2008
Premio Príncipe de Asturias para Atwood

24 junio, 2008
Finalistas del Príncipe de Asturias 2008

El Premio Principe de Asturias de las Letras 2008 ya tiene finalistas: El albanés Ismail Kadaré, la canadiense Margaret Atwood, el británico Ian McEwan y el español Juan Goytisolo. Lo que ha levantado alguna polémica, es la minoría de escritores hispanohablantes entre los finalistas, esto, gracias a la eliminación de una cláusula que lo restringía sólo al ámbito iberoamericano. La nota lo explica:
Feliz cumple Sabato

23 junio, 2008
Un texto desconocido de Brecht
20 junio, 2008
Se busca 1.000 Blogs Literarios

¿Quién fue Roger Casement?

Esa pregunta me la formulé cuando a inicios del años, creo, se supo que MVLL estuvo con problemas cardiácos y salió la noticia que le había pedido a su médico por lo menos 5 años, pues había emprendido un proyecto de largo aliento. Ahora que ya se sabe un poco más acerca de la novela que está haciendo sobre Roger Casement, me asaltó una duda: ¿Quién fue Roger Casement? La respuesta me la acaba de dar Edmundo Paz Soldán en su blog en el Boomerang . Como informamos en la entrada anterior (bajar un poco el scroll), VLL fue invitado a Santillana del Mar para el ciclo "Lecciones y maestros", y Paz Soldán conversó con él. Aquí les dejo la respuesta:
Roger Casement, el irlandés de quien tuvo noticia por primera vez al leer una biografía de Conrad: él fue quien acompañó al autor de Corazón de las tinieblas en su viaje al Congo. Casement, nacido en Irlanda en1864, era un típico colonialista europeo, hasta que los abusos de los belgas en el Congo lo hicieron cambiar de opinión y se convirtió en un antiimperialista. Recibió los honores más importantes de la Corona británica, al mismo tiempo que contrabandeaba armas para los nacionalistas irlandeses. [...] La Corona británica lo llevó a juicio; cuando las voces más destacadas de la intelectualidad inglesa -Chesterton, Conrad, Conan Doyle- salieron en su defensa, la Corona mostró unos diarios que decía haber hallado en poder de Casement y que no dejaban lugar a dudas en cuanto a su homosexualidad (y su predilección por los adolescentes). Cuando Casement, interrogado sobre si los diarios los había escrito él, no dijo nada en su defensa (tampoco aceptó haberlos escrito), Conrad y otros le quitaron el apoyo. Casement fue encontrado culpable y colgado en 1916. [...] Casement parece en principio un personaje salido de La guerra del fin del mundo. Un personaje complejo para una novela épica. La pregunta: ¿cómo se conjuga esta típico proyecto vargasllosiano con las preocupaciones más recientes del escritor hipano-peruano? Vargas Llosa dice que hasta el momento hay dudas acerca de la autenticidad de los diarios de Casement, y él tiene su propia teoría acerca del silencio del irlandés al respecto: cree que Casement escribió los diarios, pero que lo que se cuenta en ellos no ocurrió de verdad. "Los diarios eran más bien sus fantasías", sentencia. [...] Así, Casement se convierte en un personaje más cercano al Somocurcio de Travesuras de la niña mala que a cualquiera salido de sus grandes novelas épicas anteriores, y el nuevo proyecto, en una condensación y actualización de las temáticas, la poética y la estética presentes en toda su obra.
17 junio, 2008
"Leer Madame Bovary me cambió la vida como escritor"

Hoy, dice MVLL, la novela "es diversión y entretenimiento". Y agrega: "Me resisto a creer que sólo sea eso". Precisó luego que "la obra maestra deja siempre un poso, un sedimento en la memoria que después se activa en la conciencia de cada lector". Eso es seguro pues afirmaría que la lectura de Faulkner, en los 50, fue "fundamental" para él, pero fue Flaubert quien mejor le instruyó sobre el tipo de literatura que él buscaba. "Leer Madame Bovary me cambió la vida como escritor".
La literatura, dice VLL, "nos ayuda a vivir. Nos llena los vacíos, las insuficiencias". "Expresa como nada la libertad humana. Nunca nada fue capaz de aplacar los anhelos de los seres humanos, sus deseos y sus sueños como la literatura. Su actitud crítica es motor de progreso y civilización. Es, como me enseñó Flaubert, una manera de vivir". De Flaubert dice: "supo llenar una ausencia de talento con perseverancia. El autor que no tenía facilidad para escribir convirtió lo elemental en algo genial. Madame Bovary surge de una lucha obstinada, enloquecida. Cinco años de trabajo para crear algo original, sometido a una autocrítica implacable, a la búsqueda de la palabra justa".
"No hay literaturas independientes, eso no existe. Todas dependen de las demás."
11 junio, 2008
Dos libros de Heraud
La respuesta está relacionada, como puede suponer el lector, con la imagen de poeta guerrillero y el peso que esta tuvo en la época inmediatamente posterior. El ideal político dejó fuera de carrera al poeta y, en el trayecto, desvió la atención de esta, su obra maestra, nos dice O'Hara en su estudio preliminar.
El volumen contiene, además de una versión de "Estación reunida" preparada por O'Hara a partir de distintas versiones del poemario, un 'dossier' gráfico preparado por Herman Schwarz y la reproducción gráfica de una de las versiones del texto, con anotaciones, correcciones y dibujos del poeta.
Es precisamente en este último poemario en el que Hernández, en el texto que abre la colección, titulado "Géminis" (el signo de los gemelos), en que O'Hara encuentra las pistas más claras de esta hermandad poética entre dos grandes de nuestra poesía.
Los achaques de la vejez

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05 junio, 2008
Anotaciones de Borges

Una silla y un escritorio de Dickens por 548.000 euros

Según ha informado la casa Christie's, las piezas, dos de las reliquias más importantes de Dickens (1812-1870) que han salido a subasta en los últimos años, han superado con creces el precio estimado, que era de unos 100.800 euros (80.000 libras).
Un portavoz ha explicado que la puja ha sido "muy disputada". Al final, el ganador ha sido el coleccionista irlandés Tom Higgins, quien se ha definido como un "gran admirador de Dickens".
Higgins, un ex periodista de 49 años, ha revelado que guardará el escritorio en su casa del sur de Irlanda, donde disfrutará de la lectura de la obra de su venerado autor.
Los dos muebles, ambos del siglo XIX, pasaron de generación a generación en la familia del autor de 'Las aventuras de Oliver Twist', hasta llegar a sus últimos propietarios, Christopher Charles Dickens (1937-1999) y su esposa, Jeanne-Marie Dickens.
A fin de que sirviera para recaudar fondos, la mujer donó recientemente el mobiliario al hospital infantil Great Ormond Street de Londres, del que el propio escritor victoriano había sido benefactor.
En 1856, cuando ya se había consagrado como el autor más popular de su época, Dickens compró Gad's Hill, una casa de campo en el condado de Kent, al sur de Inglaterra, que se convertiría en su residencia permanente a partir de 1859.
El escritor habilitó una pequeña habitación de la planta baja de la vivienda como estudio y colocó en ella el escritorio y la silla.
La mesa, de caoba, tiene una placa de bronce en la que puede leerse: "Este escritorio fue propiedad de Charles Dickens y fue usado por él en Gadshill".
La silla, de madera de nogal, cuenta también con una placa con los nombres del autor y la propiedad, así como la fecha de su muerte, 1870.
El par de muebles se han reproducido en numerosos retratos, pinturas, publicaciones y en la biografía más autorizada del autor, escrita por su amigo John Foster (1812-1876), cuya primera edición apareció en 1872.
Biografia "tolerada" de Gabo

Hemingway: un libro y dos poemas malos

03 junio, 2008
Dante de vuelta a casa
