"Los problemas económicos ya no serán un dolor de cabeza para Universitario de Deportes", la “poderosísima y altruista” Universidad Inca Garcilaso de la Vega firmó un convenio justo y equitativo que beneficiará a ambas instituciones: La Universidad “ayudará” a los cremas con más de medio millón de dólares (para empezar), y a cambio, Universitario de Deportes (si quiere) enviará a sus egregios jugadores a estudiar en esa casa de estudios. Qué alivio no les parece. Todos los hinchas cremas ven salvado, un año más, a su club de la debacle financiera que arrastran desde hace tiempo. ¡Y dale U! ¿No es así?
Me parece que la barra, que gritarán fervorosamente los hinchas merengues en los partitos del club de sus amores, este año más bien sonará así: ¡Y dame U…IGV! Y dame más, porque la primera "ayuda" (¡Qué caritativos estamos!, ¡qué filántropos!) de 720 mil dólares solo será para que el club pague a sus jugadores los sueldos atrasados. Luego, la UIGV "ayudará" en la construcción de un recinto de concentración para los cremas en la Villa Deportiva de Universitario de Deportes (Vidú), ubicada en el kilómetro 29.5 de la Panamericana Sur. Lo necesitan los muchachos.
Pero, el señor rector de la UIGV Luis Cervantes Liñán, se habrá puesto a pensar, no sé, por ejemplo, en ustedes (no me cuento pues acabo de concluir mi 10º ciclo pero no por ello me siento menos indignado), los estudiantes, y en lo que significa REGALAR 720 mil dólares a un club que no da ni para la limonada. Y es que no hay que ser un experto en deportes (y no lo soy) para saber que el mencionado club llegó a donde está por una mala administración. Cosa que como institución privada le compete a ellos solucionar (¡Qué viva el neoliberalismo!) Sin embargo, y quizá emulando lo hecho por el estado norteamericano con las empresas que estuvieron a punto de quebrar (por su mala administración), el rector Luis Cervantes Liñán, decide, de manera “concienzuda, equilibrada y con estadísticas”, seguro, que la Universidad ahora debe ser “sponsor”(así creo que se escribe la palabra) del mencionado club. Que, como digo arriba, no da ni para la limonada. Pero da palcos, seguro.
Señor rector, ¿está al tanto de la situación en la que las Facultades en general están?
Me pueden decir que ya las pintaron, que la Facultad de Educación, mi Facultad, por ejemplo, tiene nuevo auditorio. ¿Y? Eso colaborará para solucionar las diversas carencias que existen: bibliotecas nada actualizadas con libros abandonados a su suerte, y esto en mi Facultad (avisen si en las suyas también) con una PC para búsqueda que se demora una eternidad en escribir, por ejemplo: James Joyce. Laboratorios de informática, en cantidad, con máquinas del año de mi abuela, sucias, con softwares desactualizados y con nada menos que Windows 98. Eso sí, el laboratorio para la maestría (sigo en mi Facultad) de Informática para la Educación en una sala moderna y hasta con puerta de vidrio. ¡Qué fashion! Aulas carentes de medios didácticos como multimedia (solo hay dos y no todos las pueden usar), carpetas modernas y adecuadas. Es decir, carencias por todos lados. Me podrán decir ahora que todo ello es culpa de mi Decano. Pero entonces (y no defiendo ni hago barra por mi ex Decano), ¿y el Rectorado para qué está? Para firmar convenios pues. Que poca memoria.
Es cierto que, es labor de las autoridades de cada Facultad, llámese Decano, velar por el mejoramiento de su sector y de sus estudiantes. Pero, ¿y el área docente? Y me refiero a los docentes contratados, claro está (y esto lo sé de primera mano): se les niega el pago de vacaciones, CTS, carga lectiva y otros beneficios. Eso, creo, no es labor del Decanato. ¿Entonces?
Se dan cuenta que con la cantidad de miles de soles (hablar de más de medio millón de dólares me aterra) despilfarrados hasta finalizar el "convenio" se podría equipar mensualmente laboratorios, salas de informática, bibliotecas, etcétera y etcétera y etcétera.
Ahora, ustedes, los estudiantes garcilasinos, qué dirán. Qué pensarán cuando vean, por ejemplo, sus carpetas apolilladas (que hasta mi último día de clases usé). Qué pensarán.
Mi gran interrogante es: ¿Qué se puede hacer con más de medio millón de dólares? Quizá, y agregando lo arriba mencionado: Implementar maestrías de calidad, comprar unos cuantos libros, contratar profesionales de mayor calidad, estimular a los que están para especializarse más (es decir, permitirles hacerlo), desarrollar la Investigación (la verdadera), celebrar convenios con Universidades extranjeras para hacer intercambios que sí beneficien a los estudiantes. ¿Qué más? Creo que mucho más.
Quizá me equivoque, y la que fue mi casa de estudios por cinco años vive una bonanza económica que no ha sido –ni será- afectada por la crisis mundial. Pero temo que esto no es mas que una utopía más grande que la de pensar que Israel y Hamas ordenarán un cese al fuego de manera voluntaria.
Al final de esta modesta reflexión, algo me queda muy claro: Con más de medio millón de dólares se pueden hacer muchas cosas. Pero también una sola: Cumplir el sueño de un hincha acérrimo.
1 comentario:
excelente comentario, y lo saludamos, eres de los pocos que le dicen sus verdades al rector, enterate de este convenio y de lo que pasa en:
http://luchocontralucho.blogspot.com/2009/01/pronunciamiento-n-16.html
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