Fuente: revistañ
Los festejos por los cien años del manifiesto futurista, que fue el gran aporte de Italia al arte del siglo XX, comenzaron el mes pasado con exposiciones en diferentes museos de toda Europa. Comienza el año del Futurismo:
El manifiesto, redactado por Filippo Tommaso Marinetti, que manejaría con vocación dictatorial la historia del movimiento, fue publicado el 5 de febrero de 1909 en la "Gazzetta dell'Emilia" pero se hizo conocer internacionalmente cuando lo retomó el diario francés "Le Figaro" el 20 de febrero siguiente.Son esos cien años los que festeja toda Europa, con nada menos que cuatro grandes exposiciones en Italia y repeticiones en varias capitales del viejo continente.Después de "EMPLATE=default_depero.jsp">Iluminaciones: Vanguardias comparadas, Italia, Alemania, Rusia" en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Rovereto, que permecerá abierta desde esté sábado hasta el 7 de junio, seguirá en Milán a partir del 6 de febrero Futurismo 1909-2009: Velocidad con 400 pinturas, esculturas, dibujos, proyectos, escenografías y trajes teatrales, muebles, objetos, afiches publicitarios y diseños de moda, en una palabra todos los campos en los que el futurismo dictó nuevas reglas estéticas.También en febrero, pero el 20, en las Escuderías del Quirinal de Roma se inaugurará la verdadera exposición clave, realizada con la colaboración del Centro Pompidou de París y la Tate Modern de Londres, que luego hospedarán el evento, titulada "Futurismo, Vanguardia, Vanguardias".El 5 de junio, en cambio, en el Museo Correr de Venecia se inaugurará Abstracciones, dedicada a la obra de uno de los más inspirados representantes del movimiento, Giacomo Balla, comparada con la de otros grandes artistas europeos contemporáneos. Velocidad, dinamismo, acción y modernidad son las palabras claves del futurismo, que declara guerra abierta al formalismo y al academicismo en el que estaba sumergida una Italia, en gran parte aún campesina y analfabeta, que seguía con dificultad y retraso los grandes terremotos por los que atravesaba el arte figurativo europea, desde el impresionismo hasta el cubismo.
Nombres propios
Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Carlo Carr&, Gino Severini, Fortunato Depero son algunos de los nombres señeros del futurismo, todos sometidos a la férrea férula de Marinetti, que decreta sin piedad la pertenencia o no al movimiento. Todo se vuelve futurista en los años que preceden la primera guerra mundial, vista como la ocasión ideal para acabar con un modo antiguo de concebir el arte: de 1910 a 1914 adhieren al movimiento pintores, escultores, músicos, arquitectos, fotógrafos y escritores.Como un reguero de pólvora, el movimiento se difunde en toda Europa llegando a revolución acabada hasta la misma Unión Soviética, donde Stalin lo ahogará sucesivamente, en nombre del realismo socialista.Marinetti está en el origen de esta sucesión de manifiestos y su violencia verbal será imitada por sus discípulos. No todos los artistas plásticos de los albores del siglo XX adhieren al movimiento; los pintores del "Blaue Ritter" (Jinete azul) alemán, que tienden al expresionismo abstracto, se burlan de la verborragia italiana y de su pretensión de abarcar todas las formas del arte y el artesano. Kandinsky habló de "un desorden capaz de desarrollarse solo en la cabeza de los italianos" y de "un juego peligroso con las ideas más importantes que circulan hoy en día por el mundo del arte".El futurismo se propone "reconstruir el universo", como reza el manifiesto firmado por Balla y Depero, pero terminará adhiriendo a las intervencionismo bélico primero y al fascismo después, firmando con ello su defunción como arte revolucionaria y progresista.Esto irradió al futurismo de la atención crítica hasta bien entrada la segunda mitad del siglo, pero hoy que un partido de origen fascista gobierna Italia, el centenario del movimiento se verá bajo una óptica nueva. Pero ya se prevén polémicas y peleas entre las diversas escuelas críticas italianas -para no hablar de los partidos políticos- confirmando la vocación revulsiva e iconoclasta proclamada hace cien años por Marinetti.
Manifiesto Futurista
1. Queremos cantar el amor al riesgo, el hábito de la energía y de la temeridad.
2. El coraje, la audacia y la rebeldía serán elementos esenciales de nuestra poesía.
3. La literatura ha magnificado hasta hoy la inmovilidad del pensamiento, el éxtasis y el sueño, nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, la carrera, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo.
4. Afirmamos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con grandes tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo... un automóvil rugiente que parece que corre sobre la metralla es más bello que la Victoria de Samotracia. 5. Queremos alabar al hombre que tiene el volante, cuya lanza ideal atraviesa la Tierra, lanzada ella misma por el circuito de su órbita.
6. Hace falta que el poeta se prodigue con ardor, fausto y esplendor para aumentar el entusiástico fervor de los elementos primordiales.
7. No hay belleza sino en la lucha. Ninguna obra de arte sin carácter agresivo puede ser considerada una obra maestra. La poesía ha de ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas desconocidas, para reducirlas a postrarse delante del hombre.
8. ¡Estamos sobre el promontorio más elevado de los siglos! ¿Por qué deberíamos protegernos si pretendemos derribar las misteriosas puertas del Imposible? El Tiempo y el Espacio morirán mañana. Vivimos ya en lo absoluto porque ya hemos creamos la eterna velocidad omnipresente.
9. Queremos glorificar la guerra - única higiene del mundo-, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las bellas ideas para las cuales se muere y el desprecio de la mujer.
10. Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias variadas y combatir el moralismo, el feminismo y todas las demás cobardías oportunistas y utilitarias.
11. Cantaremos a las grandes multitudes que el trabajo agita, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las mareas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas; cantaremos al febril fervor nocturno de los arsenales y de los astilleros incendiados por violentas lunas eléctricas; a las estaciones ávidas devoradoras de serpientes que humean, en las fábricas colgadas en las nubes por los hilos de sus humaredas; en los puentes parecidos a gimnastas gigantes que salvan los ríos brillando al sol como cuchillos centelleantes; en los barcos de vapor aventureros que huelen el horizonte, en las locomotoras de pecho ancho que pisan los raíles como enormes caballos de acero embridados de tubos y al vuelo resbaladizo de los aviones cuya hélice cruje al viento como una bandera y parece que aplauda como una loca demasiado entusiasta. Es desde Italia donde lanzaremos al mundo este manifiesto nuestro de violencia atropelladora e incendiaria, con el cual fundamos hoy el "futurismo", porque queremos liberar este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios.Ya durante demasiado tiempo Italia ha sido un mercado de antiguallas. Nosotros queremos liberarla de los innumerables museos que la cubren toda de cementerios innumerables.
1. Queremos cantar el amor al riesgo, el hábito de la energía y de la temeridad.
2. El coraje, la audacia y la rebeldía serán elementos esenciales de nuestra poesía.
3. La literatura ha magnificado hasta hoy la inmovilidad del pensamiento, el éxtasis y el sueño, nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, la carrera, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo.
4. Afirmamos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con grandes tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo... un automóvil rugiente que parece que corre sobre la metralla es más bello que la Victoria de Samotracia. 5. Queremos alabar al hombre que tiene el volante, cuya lanza ideal atraviesa la Tierra, lanzada ella misma por el circuito de su órbita.
6. Hace falta que el poeta se prodigue con ardor, fausto y esplendor para aumentar el entusiástico fervor de los elementos primordiales.
7. No hay belleza sino en la lucha. Ninguna obra de arte sin carácter agresivo puede ser considerada una obra maestra. La poesía ha de ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas desconocidas, para reducirlas a postrarse delante del hombre.
8. ¡Estamos sobre el promontorio más elevado de los siglos! ¿Por qué deberíamos protegernos si pretendemos derribar las misteriosas puertas del Imposible? El Tiempo y el Espacio morirán mañana. Vivimos ya en lo absoluto porque ya hemos creamos la eterna velocidad omnipresente.
9. Queremos glorificar la guerra - única higiene del mundo-, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las bellas ideas para las cuales se muere y el desprecio de la mujer.
10. Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias variadas y combatir el moralismo, el feminismo y todas las demás cobardías oportunistas y utilitarias.
11. Cantaremos a las grandes multitudes que el trabajo agita, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las mareas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas; cantaremos al febril fervor nocturno de los arsenales y de los astilleros incendiados por violentas lunas eléctricas; a las estaciones ávidas devoradoras de serpientes que humean, en las fábricas colgadas en las nubes por los hilos de sus humaredas; en los puentes parecidos a gimnastas gigantes que salvan los ríos brillando al sol como cuchillos centelleantes; en los barcos de vapor aventureros que huelen el horizonte, en las locomotoras de pecho ancho que pisan los raíles como enormes caballos de acero embridados de tubos y al vuelo resbaladizo de los aviones cuya hélice cruje al viento como una bandera y parece que aplauda como una loca demasiado entusiasta. Es desde Italia donde lanzaremos al mundo este manifiesto nuestro de violencia atropelladora e incendiaria, con el cual fundamos hoy el "futurismo", porque queremos liberar este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios.Ya durante demasiado tiempo Italia ha sido un mercado de antiguallas. Nosotros queremos liberarla de los innumerables museos que la cubren toda de cementerios innumerables.
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