29 diciembre, 2008

Balance 2008

Cada fin de año, las secciones culturales hacen sus balances anuales. Las hay de libros, películas, etc. Este 2008, estuvo cargado de muchas gratas sopresas en lo que respecta a la movida cultural: Se llevó a cabo la FIL (aunque con percances), rediciones y obras completas esperadas, el cine peruano tuvo mucha mayor producción (aunque no se reflejó tanto en la acogida), homenajes como el realizado a Vargas Llosa, la retrospectiva de la obra de Quízpez Asín y la exposición Del mito al sueño (con obras de Rodin y Dalí). Además, hubo muchas celebraciones, los 70 años de la muerte de Vallejo, el centenario del nacimiento de Martín Adán y los 80 años de La casa de cartón y los 80 de los "7 ensayos" de José Carlos Mariátegui. La nota triste, fue la pérdida del poeta Alejandro Romualdo. A pesar de la crisis, un buen año.

Ayer, en la sección Luces de El Comercio, Ricardo González Vigil hace su balance de fin de año en Literatura:

Mario Vargas Llosa fue homenajeado como nunca en nuestro país mediante actividades organizadas por la Universidad Católica: exposición "MVLL: la libertad y la vida", fuente del hermoso libro homónimo editado por la Pucp y Planeta; presidente del jurado del Encuentro El Cine y doctorado honoris causa. Además, MVLL visitó la Feria Internacional del Libro limeña, con motivo de la presentación de "Las guerras de este mundo: Sociedad, poder y ficción en la obra de MVLL" (U. Católica y Planeta). Este año vargasllosiano también contó con el estreno teatral de "Al pie del Támesis" (Alfaguara) y la publicación de su ensayo "El viaje a la ficción: El mundo de Juan Carlos Onetti" (Alfaguara).Mención aparte reclama la resonancia de Manuel Scorza a un cuarto de siglo de su trágico final. Una editorial argentina anunció que publicará todas sus obras; aunque ha suscitado litigio, consignemos que la U. Alas Peruanas lanzó la Biblioteca Manuel Scorza (y ahí un tomo con material disperso o novedoso: "Homenaje a la palabra"). En contraste, apenas se conmemoró el centenario de Martín Adán, uno de nuestros poetas principales. Más repercusión generaron los 70 años de la muerte de Vallejo (simposio en Nueva York, homenaje en la Feria de Libro de México DF, número especial de la revista "Martín", etc.) y los 80 de la aparición de los "7 ensayos" de José Carlos Mariátegui. Y, cerrando el año, fue apoteósica la celebración de los 90 años de existencia del eminente filósofo y humanista Francisco Miró Quesada Cantuarias (condecorado con la Orden del Sol del Perú en grado de Gran Cruz, por el Presidente de la República); sumándose al homenaje a su Director General, "El Comercio" entregó una antología de sus escritos, preparada por Héctor López Martínez.Una figura central de la Generación del 50, el poeta, narrador y crítico Washington Delgado: "Obras completas" (U. de Lima), 4 tomos a cargo de Jorge Eslava. Se dio inicio a las "Obras esenciales" de Francisco Miró Quesada Cantuarias (U. Ricardo Palma), nuestro mayor filósofo. Y la U. Inca Garcilaso de la Vega continuó con el proyecto de entregar todas las obras del cronista que le da nombre, brindando esta vez la "Segunda Parte de los Comentarios Reales".Tres de los libros más significativos y admirables de poesía en el 2008: "Los versos juntos, 1946-2008 / Poesía completa" (Sevilla, Sibila, Fundación BBVA) de Carlos Germán Belli, nuestro poeta vivo más importante, prologado por M. Vargas Llosa; "Poesía completa" (Madrid, Visor) de Rodolfo Hinostroza, voz protagónica de la Generación del 60; y "Poesía completa" (Pre-Textos y El Virrey) del poeta de la Generación del 70 José Watanabe.Subrayemos la maestría de "La montaña roja" (San Marcos) de Luis Enrique Tord y un logro mayor en la ciencia-ficción con sátira socio-política, "999 palabras para el planeta Tierra" (HuaitaPuquio) de Enrique Congrains Martin. Cerca de ellas, un elenco descollante: "Diario de Santa María" (Alfaguara) del gran Edgardo Rivera Martínez, "La noche humana" (Copé) de Carlos Calderón Fajardo y "Como los verdaderos héroes" (Copé) de Percy Galindo, Premio Copé Internacional de Novela. Agreguemos los aciertos de "Hasta que me orinen los perros" (Planeta) de Fernando Ampuero, "La vida no es una tómbola" (U. San Marcos) de Siu Kam Wen, "El Jardín de los encantos" (Cultura Peruana) de Dimas Arrieta, "Machipharo" (U. Inca Garcilaso) de José Antonio Bravo y "Dos veces por semana" (Alfaguara) de Giovanna Pollarolo.Todo un clásico contemporáneo: "Cuentos del Ande y la neblina" (Punto de Lectura-Santillana) de Edgardo Rivera Martínez. Lo acompañan cuatro volúmenes de gran consistencia artística: "La horda primitiva" (Peisa) de Pilar Dughi, "Las tentaciones de don Antonio" (San Marcos) de Jorge Díaz Herrera, "Los espectros nacionales" (San Marcos) de José Güich Rodríguez y "Fiesta de promoción" (Estruendomudo), el debut narrativo del excelente poeta Lorenzo Helguero.Ponderemos la excelencia de una amplia muestra de Oswaldo Chanove: "Las palabras no pueden expresar lo que yo experimenté entonces" (Álbum del Universo Bakterial). También agruparon sus textos Livio Gómez: "Alrededores" y Santiago Aguilar: "Tempestad de la nada". De otro lado, resaltemos "Estación reunida" y "Viajes imaginarios" de Javier Heraud, ediciones anotadas por Edgar O'Hara (Mesa Redonda).Uno de los sucesos del año fue la segunda edición, ampliada, con prólogo y cartas de Roberto Bolaño, del magistral "Ave Soul" (Doble Príncipe) de Jorge Pimentel, de Hora Zero.

En lo que respecta a las tablas, este fue su año. Obras como la esperadísima "Al pie del támesis" (C.C. Británico), "El teniente de Inishmore" (La Plaza-ISIL) o la reciente "El beso de la mujer araña"(La Plaza-ISIL), fueron unas de las tantas puestas que este año no defraudaron a sus espectadores. Por su parte, Enrique Planas hace su balance: El tiempo de la diversidad teatral:

Si el año pasado lamentábamos que en una cada vez más vibrante cartelera uno de los pocos defectos fuera el desgano hacia la dramaturgia nacional, este año, bien sea por el apoyo de fondos como Iberescena o concursos como los impulsados por la Asociación Cultural Peruano-Británica o el Festival de Teatro Peruano-Norteamericano del Icpna, la promoción de nuestra escritura teatral ha rendido jugosos frutos. (...) El año teatral comenzó con el estreno de la esperada pieza escrita por Mario Vargas Llosa "Al pie del Támesis", que Luis Peirano llevó a escena en el Teatro Británico. La historia de dos amigos miraflorinos que se encuentran en el hotel Savoy para revelarse misterios que estuvieron guardados durante décadas, en que el más evidente es el cambio de sexo de uno de ellos, fue la anécdota de un montaje difícil, interpretado en un solo acto por Alberto Ísola y Bertha Pancorvo. Una obra sobre los sentimientos y las fantasías ligados a la identidad sexual, que reeditó viejas obsesiones y técnicas dramatúrgicas de nuestro laureado escritor. El cineasta Francisco Lombardi nos ofreció en el Ccpucp uno de los montajes más atractivos: llevando las matemáticas al frío jardín de las familias disfuncionales, "La prueba", de David Auburn, le dio a la actriz Wendy Vásquez la oportunidad de brillar como torturada genio del cálculo al lado de Carlos Gassols, Vanessa Saba y Diego Lombardi. Otros montajes para destacar: "No te preocupes, Ojos Azules", del mexicano Sergio Zurita, dirigido por Alberto Ísola (biblioteca de San Isidro), sobre el improbable encuentro entre Frank Sinatra y Kurt Cobain; "Ese extraño animal", de Gabriel Arout, dirigida por Ruth Escudero (Alianza Francesa); "En la cama", desenfadado y lúcido texto del joven autor argentino José María Muscari, dirigida y protagonizada por Osvaldo Cattone (Marsano); "Amadeus", la célebre obra del inglés Peter Shaffer dirigida por un conocedor de la música y sus demonios como Jorge Chiarella (Británico), y "Arsénico y encaje antiguo", comedia de Joseph Kesselring llevada a escena por David Carrillo (teatro Mario Vargas Llosa). Por cierto, el gran cierre de La Plaza-ISIL quedó en manos de la directora Chela de Ferrari, con "El beso de la mujer araña", novela de Manuel Puig adaptada al teatro por el propio autor argentino. La crítica celebró este montaje por abordar con precisión y sin sentimentalismo una obra que descansa en la opresión de dos víctimas del sistema.

En lo que respecta a las Artes visuales, Élida Román dice que fue un año de intensa actividad (Este artículo tiene una errata: en la fotografía del cuadro "Las lavanderas" de Quízpez Asín, se asevera que la muestra del pintor y muralista es en el ICPNA de Miraflores, cuando en realidad se lleva a cabo hasta este martes en el C.C. Británico del mismo distrito. Un dato para considerar.):

Ha sido un año de intensa actividad en las artes visuales. Mirando hacia atrás, pensando en la última década, pareciera que se han consolidado tanto los resultados positivos como las constantes necesidades , siempre apuntadas y postergadas.El fin del ciclo nos encuentra con el recuerdo de muchas muestras y eventos de interés, con la demostración de una energía que no decae y también con la sensación de que cada vez se profundiza el proceso de marginación-elitización de esta parte de la cultura.Hacer un recuento y balance resulta pretensión vana, pues la necesidad de mostrar y confrontar las expresiones ha producido un fuerte movimiento de apropiación y utilización de espacios (bares, casas privadas, restaurantes, oficinas comerciales, pasillos de tránsito, clubes, etc. ), todos ellos de acceso limitado, sea por su carácter privado o bien por falta de la información que permitiría conocer su existencia. Quedan entonces aquellas manifestaciones realizadas en los lugares tradicionales dedicadas a promover y difundir las obras propuestas.Sin orden, prefiero enumerar lo que, en mi opinión, han sido muestras o eventos que han dejado huella. La muestra antológica de Alberto Casari ratificó a su autor como uno de nuestros conceptualistas más sólido. En muestras retrospectivas o antológicas, cabe mencionar las de Herbert Rodríguez --quizás la más completa y rotunda--, Ricardo Wiesse, Gaston Garreaud, Fernando La Rosa, Quízpez Asín --aún en exhibición--, y, corriendo el riesgo de la sospecha, las dos muestras dedicadas a Lajos d'Ebneth, un estupendo artista, casi olvidado. Muestras personales, muchas de interés: Luz Letts, Gam Klutier, Diego Lama, Toto Fernández, Malena Amézaga, Denise Mulanovich, Cristina Planas --por partida doble-- , Víctor Zúñiga, Ramiro Pareja, Edwin Lizarazo, Aldo Chaparro, Miguel Nieri, Enrique Polanco, José Luis Arbulú, Michiko Aoki, Ana Orejuela, Cherman, y dos jóvenes talentosos, Roy Keitel y Luis Puma.En fotografía, la lista es muy numerosa. Recordemos a algunos: Pilar Aguirre, Eduardo Hirose, Billy Hare, el colectivo MR, que no solo es fotografía, y Fernando La Rosa.De las grandes muestras , "Los orígenes de la imaginería", curada por Ramón Mujica, "La piel de un río", a cargo de Christian Bendayán, la bienal de Grabado organizada por el Icpna --quizás la mejor edición de la serie que ha venido convocando por años--, el rescate de la colección de grabados que forman parte del acervo del Museo de Arte Italiano, "Cerveza Túpac: una escultura social", un raro acierto de la galería Pancho Fierro, que no muestra rumbo, como claro ejemplo de la no-política del municipio capitalino. En cuanto a muestras que llegaron del extranjero, ha sido un año pródigo, con exposiciones que, lamentablemente, no contaron con la respuesta de público que merecen: las esculturas: "Del mito al sueño", colección de esculturas del Museo Soumaya de México, que reúne piezas de Rodin, Dalí, Renoir, Degas, Bourdelley de Chirico (aún en exhibición), la estupenda muestra "Viaje en el arte italiano, 1950-1980 (Colección Farnesina)" que pasara casi inadvertida, las muestras individuales de Arturo Duclos (Chile), Antonio Segui y Marta Minujin (Argentina), la selección de obras de Mimmo Palladino (Italia).
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Por último, dejo aquí un poema mío. Quizá represente un poco este año:
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2008
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Lima bombardeada
lodosos agujeros profundos
apiladas montañas negras
una calle
a veces desfigurada
+848946
las negras hojas verdes
retrato delineado con punzón
un asta y su bandera desolada
una construcción paralizada
otra a medio abandonar
.
la casa sigue cayendo
líneas de no entrar
grandes Atlas recién pintados
ranchos desasidos
una mujer dándole sopa a su niño
y del tubo de escape
emana un suspiro
.
la vía incompleta
el semáforo sangrante
la calle inflada
voces que no paran
.
martillos incansables
taladros
escavadoras
un cincel
una escoba
mermelada negra que hidrata las pistas
mantequilla gris en las veredas
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no se detiene
cambia destruye
construye deshoja
salgo a la puerta de la calle
y otro Atlas me espera

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