19 febrero, 2008

La Orestiada


El Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el Teatro de la Universidad Católica (TUC) y la Embajada de Grecia; se han unido para presentar una de las grandes tragedias griegas: La Orestiada, de Esquilo. La puesta no sólo pretende revivir la famosa trilogía, Agamenón, Las Coéforas y Las Euménides; en la que vemos morir a Agamenón, rey de Argos y Micenas, a manos de su esposa Clitemnestra. Ni tampoco el matricidio que Orestes debe cometer para vengar la muerte de su padre...

El estreno, que fue el pasado 14, ha preparado para sus asistentes una gran sorpresa. La obra, que corre a cargo de Jorge Guerra, nos presenta una visión contemporánea de la tragedia; incorporando vestimenta, danza, música y caracterizaciones un tanto lejanas a las propias del teatro clásico. Sin embargo, la finalidad es colmar de dinamismo cada escena. Incorporándoles las bondades que la tecnología nos presenta. La obra toma vida por aquellos rostros nuevos, pero con gran experiencia. Además se respeta el parlamento original y sólo renuevan la vieja máscara que tenía.

Recuerdo a Casandra profetizando sobre su muerte, incorporando un desagarre de sus vestiduras por la magnitud su vaticinio. A Egisto, con terno y pañuelo en el cuello, tan ufano de su victoria sobre Agamenón y de proclamarse rey; fino y delicado al límite del amaneramiento. A la joven Clitemnestra, montada encima de los cuerpos de los finados Agamenón y Casandra, perturbada y perdida. Al trío de Erinias con sus danzantes contorsiones…Podría seguir enumerando mis mejores escenas, desde mi novel crítica acaso impresionista, pero me reservo ese gusto.

Sólo me resta recomendar una puesta que ha refrescado mi manera de ver el teatro clásico. Lo visto ayer, ha sido una inspiradora manera de traer desde sus remotos orígenes, obras que por su naturaleza podría no ser comprendidas por ajenos. Pero expuestas así, vitalizan y tornan perdurables aquellos amados clásicos.

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