12 julio, 2009

"Malambo" o el universo afroperuano

Aquí les dejo la entrevista a la escritora y periodista Lucía Charún-Illescas, autora de Malambó (2001), que acaba de aparecer en El Dominical:

Con los conquistadores españoles llega al Perú lo africano. Así lo hispano, lo andino y lo negro confluyen y se convierten en parte medular de la cultura de gran parte del país. Es recién a fines de los años 20 del siglo pasado que Enrique López Albújar publica “Matalaché”, novela histórica que transcurre en el año 1816 en las tórridas costas piuranas. Una historia de amor en la que confluyen temas como la esclavitud, la discriminación de género, entre otros. Muchos años después aparecerán en la escena literaria personalidades como Antonio Gálvez Ronceros o Gregorio Martínez que retratan al personaje afroperuano, sus costumbres y tradiciones sin estereotipos, y más bien como un actor central y fundamental.
Pero es, sin duda, la escritora y periodista Lucía Charún-Illescas (Lima, 1950), autora de la novela “Malambo” (2001) —traducida al inglés—, quien resalta por su acercamiento a la negritud, conjugando el mestizaje, la hispanidad y lo indio, con una poética que bordea los sueños y lo mágico-cultural. Estos elementos inscriben a Charún-Illescas en lo que se ha venido a denominar afrorrealismo, corriente literaria considerada como una subversión africanizante del castellano: ““Aye, aye, sabangolé”. Dame tu agua para bebé /ñeque ecolecuá /ñizca de agua que corre ya”, escribe en la novela antes mencionada.

Escritura y reivindicación para revivir
“Es en “Malambo”, mi primera novela —publicada originalmente en Italia—, que desarrollo el tema afroperuano, escribiendo quizás lo que siempre quise leer. Nunca había leído una novela con un personaje principal negro. Está “Matalaché”, pero no desde la perspectiva de la negritud misma”.
“Con mi obra no solo reivindico nuestra herencia afro sino revivo el nombre de un antiguo barrio limeño, cuna de todas las vivencias criollas y africanas. Allí vivieron los Ascuez, Victoria Angulo, “La flor de la canela”, que inspiró a Chabuca Granda, el futbolista “Manguera” Villanueva, entre otros”, relata esta narradora que estudió Periodismo en Bausate y Mesa y empezó a reportear para una revista de corte feminista en los años 70 del siglo XX, época en que empezó a escribir cuentos cortos.
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Una niña como todas
Lucía Charún-Illescas nació en Lince. Su infancia fue la típica de una niña de su época. Sobresalía en la escuela al recitar poemas y redactar composiciones. Es la mayor de siete hermanos, hija de un maestro constructor y un ama de casa, ambos limeños. “De mi padre aprendí la disciplina en el trabajo y de mi madre el amor a la literatura. Mi niñez pasó entre lecturas de Verne y Alejandro Dumas. Fui creciendo con Salgari, la poesía de Vallejo, Eguren, García Lorca y escuchando a Agustín Lara en la voz de Toña la Negra, los tangos de Gardel, los Embajadores Criollos y los valses de Pinglo”, cuenta.

“Malambo” y ahora “Kumanana”
Su novela “Malambo” ha sido publicada en italiano, en castellano por la editorial de la Universidad Federico Villarreal y en inglés por Swan Isle Press, distribuida por la Universidad de Chicago, Estados Unidos.
Ha sido conferencista en diversas universidades italianas y su novela es lectura obligatoria en diversos cursos de literatura. “¡Mis críticas son ensayos literarios! ¡Me volvieron académica! Todo el mundo está ganando plata conmigo. Mientras yo estoy en Hamburgo, peleándola”, nos dice sonriendo frente a esas paradojas de la vida.
Su gran amor es la poesía y dice haber clausurado por algún tiempo su vida sentimental. Está convencida que de encontrar a alguien especial los personajes de sus novelas se interpondrán. “Con “Malambo” inicié una literatura afroperuana con bases históricas. Mi segunda obra es “Kumanana” y con ella persigo recuperar el olvido oficial que existe sobre el tema de la esclavitud”. La obra de nuestra escritora es estudiada y analizada por prestigiosos académicos que encuentran en ella una nueva vertiente de la literatura latinoamericana, potente, vital y reivindicadora.

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