Como es bien sabido, las variaciones del campo intelectual –sobre todo en el ámbito de la universidad y la crítica académica– determinan a su vez variaciones en el valor atribuido a los autores y las obras. Tales cambios, en general, obedecen a cuestiones estéticas, ideológicas y a mutaciones de tipo filosófico –aunque a veces incidan los celos o enfrentamientos personales–, con el resultado de que autores cuya obra, en el momento de su producción, fue valorada desde el punto de vista crítico y ávidamente recibida por el lector común –en el país y el exterior–, al pasar el tiempo y cambiar los protagonistas del mencionado campo, "desaparecen" casi totalmente de la enseñanza y la crítica mainstrean, en una operación de "ninguneo" que, en los últimos años, se ha vuelto bastante característica de diversas empresas que pretenden abarcar la totalidad de nuestra literatura.
En relación con este fenómeno, una de cuyas víctimas ha sido Ernesto Sabato, nada más bienvenido que la excelente edición crítica de su novela Sobre héroes y tumbas en la colección Archivos coordinada por María Rosa Lojo y publicado por Poitiers CNRS con la Dirección General de Asuntos Culturales de la Cancillería. Lojo, además de escritora es especialista en la obra de Sabato, a la que dedicó su tesis doctoral y diversos trabajos. Este análisis significa, tanto desde la perspectiva textual como crítica, una "puesta a punto" de ese texto que tanto impacto tuvo en el campo intelectual argentino –e internacional– desde el momento de su primera edición en 1961. En otro sentido, la novela de Sabato inicia la Nueva Serie de esta colección, que se propone adecuarse a las nuevas realidades del mercado editorial latinoamericano.
La edición es muy cuidada y se debe, en primer término, al tratamiento, equilibrio y acierto con el cual Lojo ha seleccionado a sus colaboradores, ante todo a la encargada de establecer el texto, Norma Carricaburo, quien realiza un trabajo filológico impecable. Logro poco fácil ya que, por un lado, no se conservaron los originales mecanografiados de la novela y, por el otro, a partir de la edición príncipe de 1961 y de la corregida a fondo por el autor en 1966, las sucesivas ediciones incluyeron nuevas correcciones de Sabato, así como arrastraron errores de una a otra. A cambio, se contó con materiales pretextua- les –carpetas correspondientes a las partes de la novela, versiones mecanografiadas de fragmentos de redacción anterior y materiales pretextuales que se publicaron en revistas o periódicos, algunos de los cuales luego se perdieron, o que remiten a momentos previos a la escritura de la novela. Prácticamente todos se publican, sea como Apéndices o como Material pretextual y prerredaccional, lo cual permite un estudio genético del texto, cuyas líneas fundamentales están trazadas por la propia Carricaburo en su "Nota filológica preliminar", labor que se completa con las notas de transcripción de variantes –que la filóloga ha dispuesto con singular inteligencia para no entorpecer la lectura–, las acertadas "Notas explicativas" de tipo lingüístico e histórico y el "Glosario", pensado para lectores no argentinos.
En cuanto a los trabajos críticos seleccionados por Lojo, sus autores son todos estudiosos de la producción de Sabato, cuyas diferentes orientaciones metodológicas determinan que se aborde la obra prácticamente desde todas las perspectivas críticas posibles. Si bien la inclusión de cada uno está ampliamente justificada y constituye un aporte esclarecedor, algunos se destacan. Así, en la sección Historia del texto, las colaboraciones de la fallecida Angela B. Dellepiane, quien basándose en documentación inobjetable desmonta las tendenciosas acusaciones que, en diferentes momentos, se dirigieron contra Sabato y su posición como intelectual y escritor, y la de Enrique Foffani y Miriam Chiani, que releva con admirable amplitud, cuidado y lucidez la recepción de la novela en el campo intelectual del momento. Entre las Lecturas del texto resultan sobre todo interesantes la de Elisa T. Calabrese, quien desde un marco a la vez filosófico y narratológico articula los núcleos de sentido de la novela con la dimensión histórica, la concepción heroica del escritor y el simbolismo gnóstico; la de Fernando Aínsa, que rastrea las antinomias humanas proyectadas por Sabato sobre el contexto argentino y su intento de integración no inmovilista a partir de la novela como visión global del mundo y la de Michèle Soriano quien, enfocando el "Informe sobre ciegos" como núcleo fantástico de la novela, ahonda en la crisis a que aquél somete el realismo de la novela y su función reveladora de los límites del conocimiento racional. El trabajo de Susana Romano Sued, cuyo planteo teórico de base lacaniana acerca de la relación entre psicoanálisis y literatura es claro y acertado, por desgracia no resulta igualmente productivo desde la perspectiva crítica. En esta revisión de las lecturas críticas es preciso volver a destacar el aporte de Lojo, ya que, si bien no contribuye con una, en el texto "Liminar" y en sus Conclusiones de la "Introducción" subraya con lucidez y concisión aquellos aspectos que hacen de Sobre héroes y tumbas una novela capital de nuestra literatura y de Sabato uno de nuestros grandes autores, mal que les pese a quienes lo quisieran borrar de nuestro panorama literario.
08 abril, 2010
Mirando a Sabato
Revista Ñ ha lanzado una encuesta donde pregunta: ¿Sabato se merece el Premio Nobel de Literatura? y María Rosa Lojo publicó una edición crítica de "Sobre héroes y tumbas" de Ernesto Sabato. Allí, junto a un prestigioso equipo, analiza la obra desde múltiples visiones. Esto, más el documental que hace unos días su hijo lanzó podría perfilar la actual atención que Sabato ha generado en la crítica. Claro que merecería el Nobel y si ahora se reeditan sus libros en versiones críticas no hace más que ratificar la clara presencia de Sabato en la literatura latinoamericana y mundial. La mirada de la crítica sobre Sabato:
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